Silencio

Para la escritura cristiana, hoy es un día de luto, de guardar silencio por la crucifixión de Jesús en el lugar conocido como El Calvario. Pero, lo que podemos notar es que en estos días de feriados por Semana Santa mucha gente ha estado trabajando.
Aquel silencio que ocurría en otros años, esta vez no se ha sentido como tal, más bien los comercios con las puertas abiertas y los clientes acudiendo a realizar sus compras ha llamado bastante la atención. Este movimiento se ha dado en todos los distritos que conforman la ciudad de Iquitos.
Es que se puede decir que hay una explicación, frente a la crítica situación económica y los compromisos de pagos que tienen las empresas en general, sea con su personal o por créditos relacionados a sus actividades y tienen que cumplir.
Aunque muchos católicos se les escucha decir que el silencio sea por al amor o el recuerdo del sacrificio de Jesús, lo llevan en el corazón y en sus oraciones. Es como si cada cual lleva su fe de la forma que se ajuste a sus realidades.
Como se conoce la programación de Semana Santa tiene sus actividades, rituales y costumbres que se organizan desde el Vaticano y millones de católicos en el mundo, fieles al cristianismo, se abocan a cumplirlos. También dentro de las costumbres están las representaciones teatrales de la ruta de Jesús hacia El Calvario donde finalmente fue clavado en la cruz.
Es el silencio simbólico del dolor, de la tristeza del alma, del llanto ahogado de María, su madre, consagrada como Madre Celestial en el catolicismo y muy respetada. Cómo trasladarse imaginariamente a aquella época y sentir la injusticia que se cometió con Jesús. El sentimiento de impotencia, pero también el misterio de saberse que tenía que morir para librarnos del pecado.
Los investigadores de la Biblia traen a colación en esta temporada de Semana Santa, algunas evidencias que se han descubierto interpretando otros escritos, sobre la familia de Jesús, su presunta pareja, sus hermanos, su vida terrenal y lo que se puede haber ido construyendo a lo largo de los miles de años que ya han pasado.
Verdades, mentiras, verdades a medias, pero lo muy cierto es que estuvo entre nosotros. Sus enseñanzas, mensajes, milagros, y cómo sigue influyendo toda la historia bíblica en nuestro mundo espiritual y terrenal, tiene mucho más de certero que los nuevas argumentaciones sobre Jesús. Total, es cuestión de fe, y los valores cristianos están por encima de todo. Amén.