Sicarios matan a vendedor de caldo

  • Fue llevado al hospital pero no resistió

Las personas que se encontraban por la cuadra 6 de la calle Atahualpa se llevaron el susto de sus vidas. Dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron hasta el puesto de venta de caldo “La Rica Bajada” y dispararon a quemarropa contra Dino Paolo Ramos Castro de 40 años de edad.
El hecho ocurrió ayer en horas de la noche cuando una cantidad de personas adultas y menores de edad se encontraban degustando su comida en varios puestos de venta que hay por este sector.
Los delincuentes hicieron reglaje a su víctima por más de 10 minutos y esperaron el momento preciso para acribillarlo. La policía encontró nueve casquillos de bala en el piso. Los delincuentes dispararon a matar y le impactaron seis proyectiles de arma de fuego en todo el cuerpo.
Tras cometer este hecho delictivo los sicarios huyeron con dirección desconocida. Mientras tanto, las personas que se encontraban por el lugar, así como sus familiares, levantaron a la víctima y le llevaron a bordo de un motocarro hasta el Hospital Apoyo Iquitos, en donde los médicos hicieron hasta lo imposible para tratar de salvar su vida, pero todo fue inútil. Dino murió en el Hospital Iquitos con varios impactos de bala en los pulmones.
A través de la información policial se supo que los sicarios desde hace varios meses le venían siguiendo los pasos para acabar con su vida, que ayer finalmente cumplieron su objetivo.
Hasta el lugar llegó personal de la oficina de criminalística para levantar los casquillos de balas y otras evidencias que servirán como materia de investigación. También llegaron agentes del departamento de investigación criminal, los mismos, que iniciaron el respectivo trabajo, ubicando en primer lugar las cámaras de seguridad que hay por la zona, lo cual será muy importante para la identificación de los sicarios.
La ciudad de Iquitos se ha vuelto prácticamente tierra de nadie. Los asaltos son el pan de cada día y el sicariato se está volviendo costumbre en esta parte del país. Se espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y tomen con seriedad este problema social que poco a poco va ganando terreno.
(C. Ampuero)