- Expresó Jorge Pérez, presidente de ORPIO.
Ayer al concluir la conferencia de prensa convocada por los “Trabajadores Petroleros Asociados de Loreto, se le pudo ubicar a Jorge Pérez para que responda sobre dos puntos desarrollados en la coyuntura de la crisis indígena. Uno la convocatoria hecha por el gobierno regional y dos, sobre las expresiones peyorativas escuchadas en la conferencia de prensa de TPAL.
“Lamentable que el gobernador no haya tenido lecciones sobre manejo de conflictos sociales. Dio una serie de recetas en las que deja entrever que el involucramiento del gobierno regional en todo este proceso, es la panacea de los conflictos sociales y no es así.
Al gobierno regional se le ha invitado, se le ha involucrado miles de veces y no ha respondido con altura, por eso se le ha dejado de llamar y se ha preferido dialogar con el gobierno central. Toda la vida ha dicho que no cuenta con fondos para atender los proyectos”, expresó Pérez.
¿Todo estuvo a punto de irse por la borda, si no fuera por Defensoría del Pueblo que interpuso sus buenos oficios?
-Así es. Ahí se puso de manifiesto que el gobernador no quiere formar parte del proceso de solución al problema indígena. Él está muy lejos de involucrarse en este tema. El gobierno central no quiso perder la oportunidad y sus representantes fueron hasta el local de ORPIO donde se llegó a un pequeño acuerdo. Se reunirán el martes 16 de julio en San Lorenzo” (Datem del Marañón).
Ya hay una agenda construida desde hace cinco años, acá no hay que “inventar la pólvora”. La agenda está bien diseñada por las cuatro y cinco cuencas a quienes nosotros respaldamos plenamente. Está asesorados por profesionales que conocen la dinámica de la gestión administrativa.
De otro lado, se ha escuchado muchos términos peyorativos contra los líderes indígenas que impulsan el paro, de parte de Apus y trabajadores del petróleo ¿qué podría responder?
-Ahí todo el mundo sabe que hay indígenas que reciben beneficios directos de las empresas petroleras, mucho más de Pluspetrol y Energy Frontera. Les dan a esas comunidades camionetas, maquinaria, prestan servicios. Las empresas petroleras lo hacen por muchos años y cuando llegan los momentos difíciles, de conflicto, ellos salen a defenderlos.
Los que reclaman ahora, como las cinco cuencas y todo el circuito petrolero; son pueblos que no reciben beneficios de las empresas, ni del Estado. Pero que sí son pueblos impactados en su medio ambiente y sus vidas.
Ninguna ONG regala o da plata. Yo en los 8 años que tengo asesorando pueblos indígenas en la Amazonía, incluso en Panamá, Colombia, nunca he visto que una ONG regale plata, el sistema no les permite, ya que son auditadas. Se impulsan proyectos que sean viables y que impacten en la forma de pensar, en defender sus derechos, defenderse de los atropellos que pudiera haber.
La sociedad civil debe hacer contra peso al Estado peruano, y a las grandes empresas porque si todos vamos al lado de las empresas y el Estado esta Amazonía ya habría sido devastada hace años. Tenemos que aprender a pensar de distinta manera.