Ser peruano es un privilegio

Por: Mirna Belo Vargas
Bachiller en psicología

Celebrar esta gran fiesta, es recordar los antecedentes remotos independentistas en el Perú, a nuestros héroes que hicieron historia de libertad del alma, dejando a través del tiempo que nuestra llama de ser peruanos nunca se apague.
Todos hemos leído en algún momento en los libros, textos, o nos enseñaron en la escuela sobre la Independencia del Perú proclamada por don José de San Martín y su grandioso Ejército Libertador, un gloriosos 28 de julio de 1821.
Quién no recuerda cuando en la escuela nuestros maestros nos hacían corear o era pregunta del examen, las palabras del general José de San Martín: “El Perú es desde este momento libre e independiente, por la voluntad general de los pueblos, y por la justicia de su causa que Dios defiende”.
Es que ser peruano es identificarte con tu patria, valorar toda la raíz que cubre nuestra tierra es un honor, es más que una nacionalidad, El haber nacido en un país con tanta historia y rica en culturas, una patria con tantas posibilidades de desarrollo por las riquezas que nos regala, con una población tan diversa y única, con tantos contrastes, es motivo de bendición.
Vivir en tierra peruana es un privilegio, es una gran bondad, es un símbolo en sí mismo. Ser peruano significa trascender la identidad e historia a donde vayas, rescatar y vivir la esencia de este llamado Perú representado por la flamante bandera de rojo y blanco que simboliza la sangre generosa de nuestros héroes y mártires y la pureza de los sentimientos, la libertad, la justicia social y la anhelada paz del pueblo. Maravilloso por sus costumbres, bailes, comidas, por sus paisajes, con su variedad rica de lenguas, culturas, costumbres, razas y colores; el Perú viste de gala incansablemente.
“La vida del peruano es aventurera, alegría, perspectiva y guarda en el corazón una esperanza que jamás desmaya; la vida del peruano es una constante lucha ante las barreras de la vida, de los momentos especiales, la vida del peruano es fraternidad, unión, compromiso y hermandad, es decir la vida del peruano podría llegar a un nivel medular y esencial del alma.
La libertad ha sido siempre como el agua, el aire y el alimento para el alma y fundamental para cualquier ser humano que asume con dignidad lo que es nuestro plano de ser mejores cada día. Digo firmemente que nuestro inconsciente debe despertar para seguir siendo aquellas almas que atesoren lo que nuestros héroes dejaron, podemos agarrarnos de la filosofía, psicología, de la ética, de lo económico y lo político y subir como ola en valores y cultura, que nuestras lenguas transciendan por su originalidad.
Tenemos poderosas armas humanas frente a la tiranía que condena el ahínco, la prudencia, la templanza, la arrogancia de una nación que anhela llegar a la cúspide de la luz. No nos dejemos queridos peruanos sofocarnos del camino fácil, luchemos con nuestras armas del alma para que futuras generaciones sigan nuestro modelo de conducta. Es de gran responsabilidad abrigarnos en todo momento de nuestra identidad de origen con la identidad universal, puesto que los valores de la humanidad son los escudos protectores ante la vanidad, en conjunción con los propios, son los que representan más plenamente al ser humano.
Todos los peruanos tenemos aspiraciones, una de ellas es cuidar nuestra identidad, nacionalidad y peruanidad; imaginémonos que la inteligencia emocional se encuentre lúcida permanentemente, nos llevaría a integrarnos con todos los países latinoamericanos. Así compartiríamos nuestra índole, tradición, costumbres ancestrales, música, danzas, ritos, mitos, folklore, Debido a que el patriotismo no solo es recordar nuestro pasado, o vivir nuestro presente o saborear nuestro futuro, sino vivir con satisfacción plena el ser peruanos, dichosos de una tierra bendecida por Dios.
Tengo el noble sentimiento que el Perú no solo carezca de alimento material, económico y político, sino que tengan la oportunidad los peruanos de desarrollarse como seres humanos plenos, con una ética espiritual y psíquica; con un lenguaje vigoroso, de una filosofía de vida, de educación igualitaria donde se supere prejuicios anacrónicos y cultura, que prime la creatividad y la íntegra paz. Se puede sustentar una peruanidad desde la realidad interna y tender hacia una integración interior tierna y real. Debemos nuestra generosidad y gratitud permanente a los precursores y héroes de nuestro país, yo vivo orgullosa de ser peruana y me siento feliz de escribir estas pequeñas líneas, hoy más que nunca debemos actuar como peruanos, identificarnos en todo momento, mantener la guardia como ángeles temporales y gritar con ahínco ¡Viva el Perú! Felices fiestas patrias al pueblo loretano ¡Viva nuestra región Loreto!