El gobierno nacional está olvidando que tiene que tomar la iniciativa en decisiones vitales para las regiones, en temas de interés nacional, que, aunque no haya un documento que así lo declare, que, por ejemplo, lo que viene ocurriendo en la extensa línea de frontera del Putumayo, denota que se olvida lo sustancial.
Qué podemos pensar, que en lugar de aumentar las bases militares para resguardar la frontera en la línea del río Putumayo (frontera con Colombia), estas en la práctica han ido desmantelándose poco a poco hasta desaparecer, son 13 bases militares que se han cerrado.
El primer mensaje que nos da es que el Estado a través de los gobiernos de turno no tienen ningún interés por proteger la línea de frontera de grupos extranjeros colombianos dedicados al narcoterrorismo, y han dejado a la población expuesta a los abusos.
Se sabe que los extranjeros obligan a las poblaciones que no desean tener sembríos de coca, mínimo deben sembrar una hectárea, lo que demuestra una incursión en nuestro territorio. Por qué no están las 13 bases del Ejército que existían antes, y por qué no se ve un plan de retorno y ampliarlo a las otras fuerzas armadas como Naval y Aviación.
Están en su libre albedrío para hacer lo que quieren en nuestro territorio y con nuestra gente que de forma voluntaria y otros de manera obligada se han metido al sembrío ilícito de la hoja de coca, y no pueden dejar, están atrapados, amenazados, casi secuestrados.
La situación sería diferente si Lima se ubicaría territorialmente en Loreto, entonces armados hasta los dientes estarían no 13, sino 50 bases de las tres armadas custodiando la capital del país, figurativamente, es que eso es el centralismo, solo se preocupa por sus límites, como cuando dicen: “Lima es el Perú”, estamos mal. ¿Algún congresista por Loreto o autoridad loretana se pondrá firme en este tema, o algún candidato puede exigir atención y solución? La pregunta queda flotando.
Lo Último
Se olvida lo sustancial
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