– Responsable del SERNANP en Contamana, Luis Vargas Tafur
De 500 aves que recorrían la zona, actualmente solo llegarían a 50. Son cifras que nos llenan de preocupación ante el impacto ambiental que se está produciendo en la colpa de guacamayos en la ciudad de Contamana, por la presencia de madereros furtivos.
El responsable del SERNANP en Contamana, Luis Vargas Tafur, nuevamente lanzó una preocupante declaración, respecto al impacto ambiental que provoca la presencia de madereros cerca al área de conservación ambiental de Aguas Calientes, al señalar que los efectos en la actualidad vienen siendo nocivos para este principal atractivo turístico, debido a que los altos decibeles producidos por maquinaria pesada y motosierra ubicada a menos de dos kilómetros del lugar, donde se encuentran parcelas de la Asociación de productores Agropecuarios, Forestales y Pesqueros de Contamana «APROAFP», ha motivado el distanciamiento de estas aves, evitando su presencia masiva como cada mañana estaban acostumbrados a colpear.
Esta colpa ubicada a 25 minutos de caminata de la Unión, conocido así porque en esta margen se unen una quebrada de aguas calientes y otra de aguas frías, es un pequeño nicho ecológico de guacamayos rojo-azulados y verdes, siendo la única colpa en el Perú que se puede disfrutar muy de cerca entre 12 a 15 metros de distancia de este maravilloso espectáculo, a diferencia de Tambopata en Madre de Dios, en Contamana, se puede fotografiar esta colpa en su mismo habitad, escuchar el estruendoso graznido de las aves y disfrutar de sus encendidos colores.
Para poder observar a los guacamayos, se tiene que caminar a partir de las cinco de la mañana, en medio de la selva desde la Unión, escuchando grillos, chicharras y pajarillos, llegado al lugar los visitantes tienen que camuflarse silenciosamente, percatándose de que estas aves, no los hayan observado, para poder disfrutar de su majestuosidad. Es común ver estos guacamayos trepados encima de la copa de los árboles, divisando el panorama y cautelando su bandada.
Sin embargo, toda esta magia y encanto estaría a punto de perderse, si es que los extractores madereros no toman conciencia del enorme daño, e impacto que vienen provocando este principal nicho ecológico de Contamana, según sostuvo el funcionario, tras señalar que normalmente antes de que los madereros irrumpieran por la zona, estas aves bordeaban unos 500 ejemplares que durante toda la mañana, se turnaban para ingerir el azufre que les permitiría neutralizar en su organismo el veneno de las frutas que comían, como un ciclo natural de su subsistencia y que en la actualidad con las justas sólo bajarían a la colpa alrededor de 50 ejemplares, conforme puntualizó.
«Pido a la población contamanina sumarse a esta lucha constante para la preservación de este principal recurso natural y turístico, que se ha convertido en una de las últimas oportunidades para su desarrollo a través de la industria sin chimenea, debemos estar vigilantes para evitar una nueva incursión de gente irresponsable que atente contra esta área», agregó. (MIP)