Se acerca el centenario del combate de Güeppí e inmolación del héroe loretano Fernando Lores Tenazoa

• Ayer se conmemoró el 91 aniversario con una ceremonia deslucida por ausencia de las autoridades principales y escolares.

Escolares que todos los años están presentes en la ceremonia y el desfile imponente en la calle Castilla. Puesto que ellos son las nuevas generaciones que necesitan constantemente conocer las fechas históricas de su región, de su patria chica.
La heroicidad de sus hijos a fin que sea transmitida de manera permanente y no se pierda en el olvido. Ayer no estuvieron presentes, tampoco el alcalde de Maynas, ya que estaba en el desarrollo del presupuesto participativo, lo reemplazó la regidora Paola Bances. No estuvo el gobernador, estaba en actividades por la provincia de Requena, tampoco los alcaldes distritales, ni la Prefecta porque estaba mal de salud.

Un hecho histórico ocurrido en la zona fronteriza del Putumayo, que llena de orgullo a todo loretano, ayer se mostró apagada. Es la única actividad heroica de Loreto que siempre se ha celebrado con fuerza y amor patriótico, lo que estuvo ausente ayer. Hasta el sol que primero brillaba en lo alto, de un momento a otro, lució apagado.
Y no solo ello, la actividad primero se programó para las 9 de la mañana, luego la pasaron para las 8 am, para que finalmente inicie a las 7 y 45 am. No hubo Romería al cementerio general en la cripta de los héroes a cargo del Ejército Peruano. No hubo paseo de la Bandera por el perímetro de la plaza.
No hubo sesión solemne a cargo de la MPM, estaba ocupado el auditorio con el desarrollo del presupuesto participativo, si alguien se hubiera preocupado de una mejor organización para la festividad histórica, habrían buscado otro espacio para el presupuesto.

No asistió el general de PNP, tampoco el Vicealmirante de la Marina que es el Comandante de Armas de la Guarnición de Iquitos. Tuvieron que improvisar a dos oficiales para la colocación de ofrenda floral de la Marina de Guerra.
La FAP no presentó ofrenda floral. La ceremonia más importante de la región, totalmente deslucida. Falta de respeto a nuestros héroes loretanos que ofrendaron sus vidas en defensa de nuestra integridad territorial. Pareciera que ahora último las ceremonias se hacen sólo por cumplir, no invitaron a la prensa y así un sinnúmero de observaciones negativas. Ojalá y cambie todo lo descrito.
Ante la ausencia de la Prefecta por un tema de salud; el permiso para iniciar y concluir la ceremonia, se lo solicitaban al presidente de la Corte Superior de Justicia de Loreto, Dr. Aristóteles Álvarez López. También estuvo el presidente de la junta de fiscales superiores, Dr. Raúl Rivas Delgado.
Así como el Grl. Div. Ep. Miguel Ángel Álvarez Villalobos, comandante general de la división del ejército, quien colocó la ofrenda al lado de su Jefe de Estado Mayor y el jefe de Inspectoría. Luego de las pocas ofrendas colocadas, uno de los oficiales del ejército, recordó la reseña histórica que envuelve la valentía del Sgto. Fernando Lores Tenazoa y 7 loretanos más que lucharon hasta lo último, sin rendirse en el Combate de Güeppí, registrado en el año 1933.

Al final recordó: “Descubierta la posición de combate de Fernando Lores, el entonces enemigo colombiano lo derriba quedando junto al río mortalmente herido, le piden que se rinda y entregue su arma. En respuesta Lores hace un esfuerzo y ejecuta disparos contra ellos, quemando sus últimos cartuchos.
Exclamó: ¡Carajo jamás me voy a rendir porque vine desde Ucayali para pelear y morir por mi patria! Soy el soldado Fernando Lores Tenazoa, y esta arma es del Perú y se va conmigo a la eternidad. ¡Viva el Perú! Después se arrojó al caudaloso río Putumayo”, leía el oficial de manera emocionada.
Última expresión de Lores Tenazoa, que ¡carajo! Bien valdría que todas las nuevas generaciones de Loreto las escuchen constantemente a fin que no se pierdan en la nebulosa de la ingratitud. Del olvido.