La lucha contra la desnutrición crónica se afianza incluyendo productos que estudios han revelado su efectividad contra este mal que afecta a millones de niños y niñas peruanas; como la “sangrecita” que es un alimento rico en hierro, ideal para prevenir la anemia en los escolares.
Este alimento fue incluido el año 2018 en la canasta de productos que se distribuye a las instituciones educativas usuarias del programa Qali Warma y este año 2019 distribuirán más de 608 toneladas de conservas de sangrecita, para la preparación de los desayunos y almuerzos escolares en los colegios.
Es importante resaltar cómo el programa de alimento escolar ha ido incluyendo otros productos para combatir la desnutrición y la anemia. Entre esos otros productos con alto contenido en hierro y proteínas está la conserva de mollejitas con más de 1,500 toneladas y conserva de hígado de pollo con 650 toneladas.
De igual forma están los productos de origen animal como las más de 7 mil toneladas de conserva de pescado, más de 1,200 toneladas de conserva de carne de res, cerca de 3,500 toneladas de conserva de pollo, entre otros.
Así avanzamos como país en la atención con desayunos y almuerzos a 2 millones 828 mil escolares, lo que contribuye a mejorar su atención en clases, favoreciendo su asistencia y permanencia. Esto último representa una de las debilidades en el proceso de aprendizaje.
Esto que viene impulsando el programa es muy provechoso; sin embargo, en la parte de las políticas de Estado seguimos percibiendo que todavía no hay una firme decisión de beneficiar a las diversas regiones del país, para favorecer la producción regional y e impulsar el valor agregado de los mismos.
Si bien se ha soltado algunos de los productos para los procesos de selección, sigue siendo centralista este negocio, restando la posibilidad de crecimiento en estos rubros a las regiones del país, principalmente aquellas distantes de las ciudades conectadas como son las de la costa.
Para este trabajo de sensibilizar al gobierno central y se cambie esa política centralista y generar oportunidades en las regiones, es necesario un trabajo controlado desde las direcciones regionales de la Producción y de Agricultura, donde saben cuál es la ruta a seguir para lograr que nuestros productos obtengan el valor agregado y las certificaciones necesarias para poder competir.
Además, la política de Estado debe promover que se flexibilicen las barreras legales y ofrecer las herramientas que faltan para que los productores marginados del país, pasen también a ser empresarios. Una muestra que sí se puede es el arroz del Valle del Shanusi, que se vende a 2 soles el kilo, y cada vez mejora su presentación al público consumidor. Los males sociales del país se acabarán con la descentralización de la economía.