En breves días, la Amazonía Peruana estará viviendo su más grande festividad. La celebración de la fiesta patronal de San Juan Bautista. El Patrón de Iquitos y de todos los pueblos amazónicos, es celebrado ya no con la devoción religiosa de antes, sino con los más desaforados bailes con grupos musicales que poco o nada representan lo nuestro.
Las tradiciones van perdiéndose gracias a la invasión de otras formas de ver lo que es una festividad. En el ayer, por estos días, los muchachos ya estaban saltando el shunto en todos los barrios, las señoras se estaban preparando para hacer sus ofrendas a la imagen de San Juan Bautista en la iglesia del entonces caserío, y los mayordomos estaban ordenando las compras para preparar las bebidas y los deliciosos juanes.
Las familias estaban haciendo planes para ir a la casa del compadre morador de San Juan, para de ahí dirigirse a la pequeña quebradita, donde debajo de un árbol o una palmera, tender el mantel y servir los juanes y la chicha loretana. Los cantos dedicados al Patrón se estaban oyendo a lo lejos en interpretaciones de los viejos integrantes del bombo baile, aderezados con un buen trago de aguardiente pura caña.
Lindos recuerdos de un ayer que no volverá a recorrer a pie el polvoriento camino, hoy convertido en carretera peligrosa. No más quebraditas y si las hay están secas que apenan corre un hilo de agua. Las casas de los compadres hoy son residencias de ricos que se hacen llamar comuneros y el bullicio está presentado como la gran fiesta popular.
Para esta vez se anuncia un abanico de actividades. Esperamos que colmen las expectativas de quienes conocemos lo que es celebrar a nuestro Santo Patrono, para poder decir, con alegría, que la tradición no ha desaparecido y que ojalá esté presente por siempre.