Samito está celebrando 115 años de fundación

  • Su población sobrepasa los 500 habitantes

En esta semana, Samito, un pueblo ubicado en donde se inicia el alto Nanay, está de aniversario. Fue fundado hace 115 años por un grupo de ciudadanos de diversa procedencia (brasileros, caballocochanos, jeberinos, lamistos, riojanos, iquitinos, costeños, yurimagüinos, etc.) que llegaron por la zona para trabajar el palo de rosa y el caucho.
A partir del año 1970, llegaron un grupo de seis familias yaguas y de otros lugares que, hicieron de esta comunidad un lugar de una diversidad cultural envidiable.
Tuvo su primera escuela en el año 1955 la N° 1600 y su primera maestra fue la profesora Emilia Rodríguez Rondona, quien formó muchas generaciones.
Entre sus primeros moradores se destacan nombres no muy conocidos por las generaciones actuales. En el barrio de arriba, donde se fundó la comunidad, vivían don Florentino Dosantos, don Purificación Aguilar, don Pedro Mozombite, doña Rosa Ramírez, don Juan Mozombite, etc. En el de abajo, vivían, don José Piña (mi abuelo) don Horacio Ramírez, doña Dolores Chávez, don Adriano Villanueva, don Benjamín Vásquez, don Manuel Barco, don José Gonzales, don Eduardo Guevara y su esposa doña Delfina Díaz.
En los últimos años, la comunidad ha experimentado un leve crecimiento y su población sobrepasa los 500 habitantes. Asimismo, se ha desarrollado lentamente en algunos aspectos. En educación, cuenta con el servicio en inicial, primaria y secundaria. En salud, tiene una posta médica con siete trabajadores a la cabeza de un médico.
Desde hace 20 años la comunidad contaba con señal de teléfonos monederos y tarjeteros. Hace 6 años hay señal de telefonía celular de la empresa Movistar.
Actualmente, debido a la afluencia de personas por diversas razones, se han construido hospedajes de diferentes categorías. Ahí tenemos a: “Los Paucares”, “Jeny”, “Noguera”, “Orlando” y “Alashito” que te brindarán la mejor atención.
Samito, produce de todo, pero no en abundancia como antes: plátano, yuca, maíz, verduras, artesanía, etc. De su bosque, se extrae madera de construcción de varias especies. De sus cochas, que son muchas, variedad de peces.
De los senos de Samito, ha salido gente muy emprendedora y muchos de sus hijos han migrado a distintos lugares de la región, del Perú y el mundo y tienen éxito. Yo, soy uno de ellos que, después de años, he vuelto y he construido mi casa allí.
Lo más importante y atractivo de esta hermosa comunidad, es la calidez y hospitalidad de su gente, que es sana, noble, generosa y hospitalaria.
A pesar del confinamiento y guardando las recomendaciones de bioseguridad se han programado diversas actividades de carácter deportivo, social y cultural durante la semana, cuyas fechas centrales son el 11 y 12 de este mes.
(C. Ampuero/L. Pinedo)