Desde que se percibió que el actual gobierno no estaba manejando la situación económica en su exacta medida, por lo que los entendidos en el tema empezaron a hablar de piloto automático o de turbulencias que se empezaban a sentir en el desarrollo que venía logrando el Perú, los especialistas cercanos al Ministerio de Economía y Finanzas en vez de hablar de “desaceleración” o ”estancamiento”, han debido “montarse al caballo” o agarrar bien el “timón del avión” llamado Perú, para que con una sola buena maniobra alinearan al país en la ruta de la cual se estaba apartando.
No lo hicieron, prefirieron “dejar pasar” los comentarios y análisis importantes de profesionales capaces y con mucha experiencia que ya han atravesado coyunturas similares en el país. La soberbia se impuso, la corrupción igualmente, lo que ha devastado sin duda un torrente millonario que bien pudo servir para impulsar la economía en los pueblos más deprimidos, en la clase media que ahora corre el riesgo de retornar a su escala anterior pintada de pobreza.
Reconocidos economistas han opinado que debe haber un mayor gasto corriente, otros que hay que estar preparados para un evento extremo, así también señalan que la “parada en seco” de la economía peruana es coyuntural y que el PBI crecerá 2,6% en el año que ya se va. Otros más contundentes como Óscar Dancourt, han señalado que “ya estamos viviendo una recesión debido a la política económica errónea, aplicada por el gobierno actual.
“El próximo año lo único que va a salvar al sector construcción serán los grandes proyectos del gobierno central, porque los gobiernos locales y regionales no lo harán”, ha dicho el economista Elmer Cuba. Y tiene absoluta razón, pues ya se conoce que el gobierno regional de Loreto está dejando una deuda de 179 millones de soles a la próxima gestión, solo en obras.
Falta ver todo el resto y eso sin duda será un “infarto económico” que sufrirá la población loretana. Situación prevista ya que los diversos sectores “ahogados” en sus presupuestos económicos como salud, educación, turismo, agricultura, producción, etc. conocen muy bien que el gobierno regional de Loreto está endeudado por el préstamo hecho para el alcantarillado, hasta el año 2023. Si a eso se suma que el gobierno central no ha avalado proyectos de envergadura para Loreto, el panorama amazónico se muestra desolador.
Así que los nuevos gobernantes tienen un reto inmenso en la tarea de transformar ese panorama preocupante en un panorama esperanzador, humano y laboralmente posible con el empresariado, la clase trabajadora y vulnerable de Loreto.