Ayer, Requena se vistió de gala para celebrar su 105 aniversario. La concurrencia no solo fue de los lugareños, hubo muchos visitantes que abarrotaron los hoteles de la ciudad, que fueron hasta la «Atenas del Ucayali» bien por vínculos familiares unos, y otros para conocer esta antigua y bella ciudad de Loreto.
Hablar de Requena es dedicar unas palabras de gratitud a la gente que hizo de este pueblo un emblema del saber, de la educación basada en valores sustentados en la moral y la ética, donde jugaron y siguen jugando papel preponderante los padres católicos que dirigen el también emblemático Colegio «Padre Agustín López Pardo», donde muchos jóvenes propensos a desatinos fueron corregidos con cariño y severidad en este centro del saber. Aquí en la ya desaparecida Escuela Normal se formaron muchos de los grandes maestros que tuvo Loreto.
Requena es también cuna de muchos loretanos que dejando el terruño natal enrumbaron hacia otras latitudes para labrarse un futuro mejor, los mismos que siempre pusieron en alto la tierra que les vio nacer, llevando vidas ejemplares, participando en las luchas del pueblo por lograr la reivindicación de sus sagrados intereses.
Hoy, la ciudad de Requena muestra gran actividad comercial, intensa diríamos mejor, lo que ha hecho posible una mejor calidad de vida de sus habitantes. Es una ciudad que día a día crece y se sigue expandiendo. A eso se suma el trabajo de su Cuerpo Edil que con responsabilidad y mejor voluntad de hacer las cosas, viene consiguiendo grandes logros para su progreso y desarrollo.
Un equipo de este diario ha estado presente en la celebración de este 105 Aniversario, pudiendo comprobar que el trabajo municipal está bien encaminado con responsabilidad, ejecutando obras necesarias para la ciudad y el medio rural, que es lo mejor que ha podido hacer el alcalde Marden Paredes, no solo obras para la capital provincial sino hasta en el más alejado centro poblado de la provincia.
Desde este espacio, nuestras felicitaciones al Pueblo de Requena, en su nuevo aniversario ¡Qué viva Requena!





