Remediación eterna

El resultado de que sea casi nula la remediación de las zonas contaminadas por derrame de petróleo, se puede decir que es compartida esta responsabilidad, primero por el Estado, y segundo por empresas petroleras como la Oxi.
Esta empresa petrolera se fue del país sin remediar absolutamente nada, se hicieron los desentendidos por decirlo de alguna forma, ya que se presentó una lista de los derrames que fueron ubicados, para que la empresa entrante se encargue de solucionar.
Y así se fue dilatando el tiempo sin que exista información certera que nos diga cuántos lugares impactados por contaminación de derrame de petróleo, ha sido recuperado y de que porcentaje de recupero estamos hablando.
Es que existen zonas donde creemos que será muy difícil recuperar lo que antes de un derrame de petróleo existía. Uno de esos pasivos ambientales podría ser la laguna de Shanshococha, afluente del río Pastaza, cerca de Andoas.
Pero, una zona a nuestro entender totalmente destruida es la quebrada de Capahuari, también en la jurisdicción distrito del Pastaza, que representaba el mercado de los habitantes de las comunidades cercanas con peces y especies como taricayas, para su alimentación, así como del agua que se abastecían para su uso diario.
La destrucción no solamente atacó al río, sino también a las especies vegetales del entorno. Estamos hablando de impactos de hace unas tres décadas, cuando todavía no se había detectado los atentados vandálicos al oleoducto, por lo que la responsabilidad era entera de las empresas operadoras.
Vienen, hacen sus millones que es lícito como que nosotros también necesitamos de la producción, pero se van sin remediar lo que contaminaron. Siendo lo ideal que el riesgo de contaminación sea mínimo, con niveles de seguridad del cuidado del ambiente, sean muy altos. Las actuales autoridades ¿tendrán real interés por este tema? ¿y qué énfasis ponen las organizaciones indígenas?