Relator de la ONU lloró al escuchar testimonios de dirigentes indígenas de zonas contaminadas

Pedro Arrojo, relator de la ONU para casos de Derechos Humanos concernientes al agua y saneamiento, hizo esfuerzos para no quebrarse totalmente.
No pudo hablar. Quizá sentía en la garganta un nudo difícil de desatar frente a los crudos y descarnados testimonios de los hijos de la zona de Datem del Marañón, más exactamente de Cuninico que fue afectado en el año 2014 y el 16 de septiembre de 2022 con un brutal derrame petrolero.
Así como Urarinas, cuyas mujeres vienen luchando porque se declare al río Marañón (contaminado) como sujeto de derecho. Incluso ya existe una demanda legal de por medio. Hay muertos ya como resultado de esa contaminación, hay falta de agua y saneamiento de una manera casi imperdonable en pleno siglo XXI.
El Relator de Naciones Unidas para derechos humanos en el área de agua y saneamiento, Pedro Arrojo, estuvo en Iquitos y escuchó a tres importantes grupos que representan a pueblos jóvenes y comunidades indígenas afectadas por la falta de agua y saneamiento. Expuestas a contaminación inmensa ante el silencio cómplice de un Estado inhumano.
Primero habló Galo Vásquez, de Cuninico, luego el representante de la comunidad San Francisco. Hasta que llegó el turno de Flor de María Parana, madre indígena de Cuninico. Habló con la sencillez y sabiduría que solo ellos pueden hablar. También con la contundencia de la indignación frente al olvido eterno de los gobiernos de turno.
Al concluir el Relator de la ONU, no podía articular palabra, pidió disculpas, se limpió ligeramente el ojo derecho para tratar de expresar algo frente al primer grupo.
“Para estar aquí primero tengo que pedir permiso al país, el Perú me lo ha concedido. Yo escojo a los países que quiero visitar. Primero haré un informe preliminar que presentaré en conferencia de prensa, luego en mayo un informe más amplio de todo lo captado y analizado del problema escuchado. Al Perú le entrego un informe por cortesía diplomática.
El informe será traducido a todos los idiomas y será entregado a todos los países y en septiembre es cuando lo presento ante el plenario de la ONU. Dos años después volveré acá para ver en qué ha cambiado el problema.
El Estado debe resolver los problemas, nosotros hacemos más visibles su lucha que es justa, sus protestas. Lo que se quiere es que la terrible falta de agua potable, de saneamiento sea solucionada, además que tomen acciones respecto a la contaminación que tanto daño les está causando” dijo el relator.
Al salir el primer grupo de Cuninico y comunidades aledañas, ingresó el grupo de la asociación de madres de Urarinas, con Mary Luz Canaquiri, a la cabeza. Ella habló de la contaminación del río Marañón, que es su fuente de vida, pero que desde hace años con la contaminación viene causando destrucción y muerte.
Finalmente, se presentaron dirigentes de los asentamientos humanos afectados por el caño de desagüe abierto que invade finalmente la calle “Buenos Aires” y otras, en el distrito de Punchana. Y que las autoridades pese a que existe una demanda legal ganada para que solucionen ese problema ambiental, no hacen absolutamente nada. ¿Podrá hacer algo el informe de la ONU cuando esté concluido? Ojalá.

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