Reconstrucción de la muerte de Carlos Mego nuevamente postergada

  • No se realizó por falta de garantías para que se ejecute el proceso.

La reconstrucción del homicidio de Carlos Mego Marichí, el joven de 19 años asesinado el 9 de abril pasado, ha sido suspendida por segunda vez, dejando a sus familiares y amigos en la incertidumbre y desesperación por la falta de justicia.
Carlos Mego fue brutalmente acuchillado por varios sujetos en la intersección de las calles Junín con Salaverry, en el sector de Pampachicha, en el asentamiento humano El Castañal. Desde entonces, la población ha exigido una respuesta rápida y eficiente de las autoridades, quienes hasta ahora no han podido cumplir con las garantías necesarias para llevar a cabo la reconstrucción del crimen en el lugar de los hechos.
La fiscal Dra. María Ramírez, encargada del caso desde la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa de Maynas, se enfrenta a múltiples obstáculos que han impedido el progreso de la investigación. A pesar de la presencia policial, no se logró la seguridad requerida para que los acusados, Ángel Ali Silva Solsol (34), alias “Ali”, y Edgar Walter Montes Narciso (23), alias “Machete”, participen en la reconstrucción en el sitio donde ocurrió el asesinato.
Silva Solsol y Montes Narciso se encuentran actualmente en el penal de varones de Iquitos bajo un régimen de prisión preventiva de seis meses, que vence en septiembre de este año. A pesar de ello, el juez a cargo del caso aún no ha emitido una sentencia definitiva.
La falta de avances en la investigación y la postergación de la reconstrucción han provocado la indignación de los familiares de Carlos Mego. Exigen justicia y piden que los culpables reciban la máxima condena posible. “Queremos que se haga justicia por la muerte de Carloncho. Necesitamos que las diligencias se realicen con transparencia y celeridad para que estos criminales no queden impunes”, declaró un familiar cercano a la víctima.
El clamor por justicia resuena con fuerza en la zona de Pampachica, donde la inseguridad y la violencia siguen siendo problemas graves. Los vecinos demandan una acción decidida por parte de las autoridades para prevenir más tragedias y restaurar la paz en la zona.
La frustración y el dolor de la familia Mego Marichí representan el sentir de muchas otras familias que han sufrido pérdidas similares. La resolución de este caso se convierte así en un símbolo de lucha contra la impunidad y la delincuencia que azotan a la región.
Las autoridades judiciales y policiales están bajo la mirada atenta de la ciudadanía, que espera no solo la resolución del caso de Carlos Mego, sino también un cambio en la manera en que se manejan y resuelven los crímenes en la región.
(C. Ampuero)