Escribe por: Raúl Cornejo Coa
Si en la ciudad de Iquitos se hiciera una encuesta y se preguntaría a la población, ¿a quién consideras el personaje del año?, entre varias opciones, la mayoría abrumadora seria a favor del sacerdote y médico cirujano Raymond Portelli, nacido en Malta, un pequeño país de Europa asentado en un archipiélago en el mar mediterráneo, a quien amicalmente se le conoce como el “Padre Raymundo” y sería merecida la distinción por su abnegada labor, ejemplo de solidaridad y amor al prójimo.
¿Cómo no recordar los días aciagos, en el mes de mayo 2020, cuando la ciudad de Iquitos estaba siendo devastada por el Covid-19?, estábamos prácticamente abandonados, con la gente muriéndose por todas partes, sin medicinas, sin oxígeno medicinal, sin autoridades locales ni regionales para direccionar la situación y con un Presidente de la República dando discursos maquillados a mediodía engañando que todo estaba atendido en Iquitos, cuando la realidad era diametralmente distinta.
En medio de esa situación es que surge, cual ángel salvador, el Padre Raymond Portelli, quien toma la iniciativa de hacer algo ante la crisis y con la autorización y apoyo del padre Miguel Fuertes, administrador diocesano del Vicariato de Iquitos, empiezan a organizar una colecta publica para instalar una planta de oxigeno medicinal, ya que lo poco que se producía en Iquitos resultaba insuficiente y por su carencia, la gente seguía muriendo, en las casas, calles y hasta en los pasillos de los hospitales por falta de ese fluido vital.
El llamado de la iglesia católica, tuvo una respuesta inmediata y en menos de 24 horas se recaudó más de un millón de soles y más lo que se siguió sumando en aportes, permitió la compra e instalación no de una, sino, cuatro plantas de oxígeno, tres para Iquitos y una para la ciudad de Nauta, asimismo a esto se sumó la posterior ayuda internacional con medicinas y equipos de protección personal anti Covid-19, dada la connotación nacional e internacional que tomo esta acción oportuna.
Ante esta iniciativa del padre Raymond, los medios de comunicación centraron su atención en Iquitos y, el gobierno central al ver la reacción de la población, que contrastaba con su inacción, recién empezó a atender en parte a Iquitos con más vuelos de apoyo, medicinas y personal asistencial. Algo también destacable es que la acción del padre Raymond de lograr movilizar a la población, mediante recaudaciones públicas para instalar plantas de oxígeno, se replicó en varios lugares del Perú y despertó el valor de la solidaridad en la población.
Cabe indicar que este no es el único mérito del padre Raymond Portelli para considerarlo el Personaje del Año, ya que desde su llegada a Iquitos, hace más de veinticinco años, desarrolla continuas acciones en favor de los más necesitados, sin distinción alguna, como lo hace desde tiempo atrás con la comunidad terapéutica “Talita Kumi” que atiende a personas que cayeron en la adicción a las drogas, también “Algo Bello para Dios” que brinda ayuda a personas con VIH-Sida, entre otras múltiples acciones solidarias que implementa y direcciona con efectividad.
Durante la época critica de la pandemia, el padre Raymond continuo con las misas con trasmisiones en vivo vía Facebook, la ayuda espiritual y el mensaje de esperanza también llego por ese medio, también con llamadas y hasta presencialmente.
Eran tiempos extremadamente difíciles donde campeaba el desconcierto y el pesar en las familias y en la comunidad por la pérdida de seres queridos o por tener enfermos en casa o en los hospitales, el padre Raymond Portelli siempre estuvo dispuesto a brindar su consuelo y hacer llegar la palabra de Dios y sus oraciones para quienes estaban postrados en cama y para los que partieron en el largo viaje sin retorno.
Como médico desplego una ardua labor y atendió a muchas personas que necesitaban de atención y carecían de recursos, brindándoles tratamientos y medicinas gratuitas. Es una persona dinámica e incansable, ya que después de atender a muchas personas en el consultorio improvisado en la parroquia San Martin de Porras, aparecía después desarrollando la misa virtual mediante trasmisión en directo.
Es un gran ser humano, que hace su labor pastoral desde muchos años atrás, con la mayor voluntad, no solo alivia el alma sino también los males del cuerpo como médico. Brinda ayuda solidaria e inspira el amor al prójimo, por esas y muchas razones más, considero al padre Raymond Portelli como el personaje del año en Iquitos y también debería serlo del Perú. Y, así no haya algún organismo oficial que lo declare formalmente, la mayoría de la población de Iquitos estoy seguro que lo considera así.
