Antes del inicio del partido entre el UTC y Alianza Cristiana, el profesor Rafael Castillo lucía muy preocupado, e inclusive se le vio fumar varios cigarrillos. Por unos instantes se sentó en el banco de los suplentes y bocanada tras bocanada de humo trataba de mostrase solícito con la prensa, pero a pesar de eso hay que destacar sobre su cordialidad y su trato amable.
En un diálogo breve con la prensa local dijo que viene a jugar en el Max Augustin desde el 2010 cuando dirigía al Sport Huancayo. (WGN)