– Cien policías y 50 maleantes en la cuenca del Momón
– Por orden de español que «cada año en Navidad nos violenta», dijo un Yahua.
– A pocos días de haberse recordado el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Por: Luz Marina Herrera.
Al ver llegar una canoa repleta de moradores de la comunidad vecina con quienes confraternizan deportivamente todos los fines de semana. El grupo sólido de Yahuas, llegados desde hace 21 años desde una comunidad ubicada por el río Oroza, afluente del Yanashi; hace poco vivieron una tarde de terror y abuso. Mucho más los niños y las mujeres de la comunidad Yahua «Nueva Vida», ubicada a unos 20 minutos de Iquitos y que alberga a 22 familias.
«A eso de la una y media de la tarde del día viernes 13 de diciembre, llegaron varios deslizadores de donde bajaron unos 100 policías y unos 100 maleantes con la intención de destruirnos, de desalojarnos por orden del español Daniel Rincón Prada, propietario del albergue «Camp Eco Lodge», vecino a nuestras casas.
Bajaron con gasolina, motosierras, machetes y empezaron quemando nuestra maloca turística (casa grande) donde recibimos a los turistas, botaron todas nuestras semillas que nos sirven para hacer artesanía que vendemos a los turistas, nosotros vivimos del turismo, no tenemos otros trabajos. Una vez que quemaron subieron a donde están las casas y sin importarles que ahí estaban las mujeres y los niños asustados, empezaron a cortar los palos viniéndose abajo todo, sino acabaron con todas las casas es porque se malogró su motosierra», dice el presidente de la comunidad Yahua, Ricardo Roque Peña.
Nosotros queremos vivir tranquilos, no buscamos problemas a nadie, más bien el español es el que nos agrede. Cada año al llegar Navidad nos hace lo mismo, el año pasado fue a las 11 de la noche que llegó con maleantes y gasolina para quemarnos las casas.
Ahora sí nos han quemado todo, y los maleantes nos han robado nuestras cosas, llevando nuestras ropas, los polos más nuevos, nosotros reclamamos a los policías eso, pero no nos hicieron caso», contó Ricardo Roque.
Desde todo punto de vista un atropello grande donde tendrían que entrar a tallar las autoridades para poner a disposición de la etnia Yahua un abogado que vea su caso, pues tienen viviendo en la zona más de 21 años, según el presidente de la comunidad, mientras que el ciudadano español menos de 5. Tendría que revisarse el caso, quizá dentro del otro marco legal que también les asiste como es el Convenio 169 de la OIT.
En cuanto a las cosas que les han hurtado, el español mencionado debe devolverles, puesto que no han pasado más de 500 años de la liberación del yugo español por las puras. El Perú es independiente y no se necesita que nadie venga a agredir de la forma tan salvaje como lo han hecho en la comunidad Yahua, además de despojarlos de sus pertenencias les despojaron de su herramienta de trabajo como es la venta de artesanía a los turistas que llegaban hasta la llamada: «casa grande». Lo imperdonable: haber impregnado de terror a los niños ahí vivientes, el ataque que ellos vieron jamás se les borrará de su memoria. Un tema de justicia social por solucionar.