- Familia de joven piloto desaparecido clama ayuda en Loreto.
La selva calla, pero su silencio duele. Han pasado más de dos semanas desde que Joe Martin Isla Pezo, un joven piloto de 28 años, desapareció en las aguas del río Corrientes tras un accidente ocurrido el pasado 6 de abril, cerca de la comunidad nativa Teniente López, en la región Loreto. Desde entonces, su familia vive una angustia que no tiene tregua ni consuelo.
Joe no era solo un piloto. Era un hijo que hacía reír a su madre, un hermano que alentaba sueños, un joven loretano con alas en el corazón y ganas de volar alto. El día del accidente, cumplía con su labor en una embarcación cuando cayó al río. Y desde entonces, nada.
Lo que siguió fue aún más doloroso que la tragedia misma: el abandono. Su familia denuncia que ni la Marina de Guerra ni el Ministerio Público han tomado acciones reales, dejando la búsqueda en manos de los suyos. Su hermano, con el alma rota pero firme, se ha internado en la selva junto a miembros de la comunidad nativa Olaya, rastreando entre aguas turbias y vegetación espesa con la única esperanza de traerlo de vuelta. Vivo, o al menos, encontrar su cuerpo para darle descanso.
“No hay palabras para describir este dolor. No merecemos este abandono”, llora su madre con el rostro cansado por tantas noches sin sueño. “Joe soñaba con volar, no con morir en el olvido. Ayúdennos, no dejen que la selva se lo lleve para siempre”.
La familia implora a las autoridades: no más discursos vacíos, no más indiferencia. Piden presencia, helicópteros, buzos, expertos… vida. Porque en cada minuto que pasa, la desesperación crece, pero también la esperanza de que todavía se puede hacer algo.
En Loreto, donde muchas veces la burocracia ahoga más que los ríos, esta familia lucha contra el tiempo y el olvido. Y mientras la selva calla, ellos gritan: ¡No nos abandonen! Porque un hijo, un hermano, un piloto como Joe, no puede ser solo una estadística más.
(C. Ampuero)





