Psicoanalista Max Hernández, quiso sacar a la prensa loretana de la reunión del Acuerdo Nacional

  • Ocurrió ayer en el auditorio del Colegio de Abogados.

Aunque la convocatoria a las autoridades y representantes de instituciones públicas y privadas, no caló mucho como para asistir a la reunión por el Acuerdo Nacional Políticas del Estado visión del Perú al 2025, desarrollada ayer en el auditorio del Colegio de Abogados; a la prensa en mayoría sí le interesó el evento.
Sin embargo, justamente a la prensa que quería captar todos los diálogos y posiciones de los actores sociales, el director ejecutivo del Acuerdo Nacional, Max Hernández, le pidió que abandonara el recinto ya que iban a tocar temas sobre políticas de Estado y que muchas veces algunos medios de comunicación, no informan bien.
Bastó que diga eso para dejar mudos y sorprendidos a los periodistas presentes. Pero de inmediato Neil Tuesta, reaccionó y le dijo que nadie saldría porque ahí no se tocarían temas ocultos y que la población debía conocer todo. Igual lo hizo José Bazán, expresiones con las que estuvieron de acuerdo el resto de colegas quienes movían los brazos como indicando que de ahí no saldría nadie.
Los organizadores se movieron de un lado a otro, alguien le habló a Max Hernández, lo cierto es que a los pocos minutos él estaba pidiendo las disculpas del caso y manifestando que la prensa podía quedarse en el evento, si así lo consideraba que él era un demócrata etc. etc. Las aguas volvieron a su nivel.
NO DEBIÓ PERDER LA PACIENCIA TAN RÁPIDO.
Porque Max Hernández, echaba la culpa a los periodistas de que habían levantado la voz, que habían gritado, sin darse cuenta que él también lo hacía, que quería imponer su mandato de que no estén presentes. Recién luego bajó el tono, cuando alguien se le acercó a hablarle algo al oído.
Hace tiempo un medio de comunicación de la capital, entrevistó al reconocido Psicoanalista Max Hernández, eso nadie lo puede negar. Y le preguntó: “¿Qué pierde uno con los años?”. Él contestó:
“Pierde el sentir que tienes toda la vida por delante, aunque no la tengas. Uno se da cuenta de que tiene un trozo inmenso de vida atrás. Se pierde la paciencia con facilidad. Se pierde un montón de amigos, un hermano, los padres, y uno se da cuenta qué desamparado está porque los pierde cuando se es viejo. Uno siempre es huérfano. Uno dice que ha visto un montón en la vida, pero a veces la vida es como una película francesa: está por terminar y todavía no sabes de qué se trata” respondió.
Muy cierto lo que dijo. Y muy cierto su sentir, ayer se pudo constatar de manera directa que ya pierde la paciencia con facilidad. La perdió muy fácil frente a la prensa. Sobre todo, en estas épocas de democracia, mala o buena, pero democracia al fin. No de dictadura donde la prensa era una apestada. Y, además, al interior no iban a tratar temas de Defensa Nacional o estrategias para conflictos bélicos, que esos sí podrían reservarse ante un eventual espionaje.
Qué no vuelva a ocurrir, ni con otro acuerdo nacional, ni con otros personajes que llegan a esta tierra sin respetar a la prensa de Loreto, que los recibe con afecto en su casa amazónica. (Luz Marina Herrera Lama).