- En reunión convocada por el prefecto de Loreto.
- Mientras que el representante del gobierno regional Juan Manuel Del Águila, pretende que hechos no se den a conocer en espacios donde está la prensa.
Pese a que llegó 10 minutos antes de que concluya la reunión convocada por el prefecto Ing. Lucio Güibin, a fin de tratar el tema de la presencia de grupos armados colombianos en el lado peruano y la minería ilegal registrada en el Alto Nanay, el mencionado funcionario tuvo fuerzas para pedir que ese tipo de reuniones donde se tocan temas delicados, fuera un poco cerrada a la prensa.
Porque según él, en anteriores ediciones, se puso en riesgo la vida de un dirigente Secoya que llegó a pedir a la prefectura que saquen al resto de su familia de la comunidad en donde colombianos los habían amenazado. Mencionando el nombre de esta escriba y afirmando que, por la publicación hecha, habían secuestrado a los familiares por 4 días y eso era una exposición.
(Se le respondió diciendo que la publicación salió con el debido consentimiento del Secoya).
Él no dijo dónde pusieron la denuncia del supuesto secuestro etc. Juan Manuel, cree que aún esos temas delicados se deben mantener ocultos de los ciudadanos, cuando en realidad se deben exponer crudamente para que las autoridades competentes tomen acciones y protejan a los abandonados de siempre.
¿Y qué ha hecho el gobierno regional por los amenazados? Eso hubiera dado a conocer Del Águila Cárdenas, en vez de cuestionar la presencia de la prensa. Cada uno hace su trabajo como mejor lo evalúa. Él ni siquiera llegó temprano a escuchar los audios enviados por una mujer desesperada, desde el Putumayo.
AUDIOS:
“¿Hola cuñada cómo está? Le mataron a mi hermano y no sabía nada de la noticia de allá. Ayer tuve la noticia que no lo mataron a él sino a sus dos hijos, estaba bien preocupada cuñada, por eso te llamaba.
Los Sinaloa dicen cuñada, no sé qué problema tenían, no sé mucho porque mi hermano ahora o mañana va a Leguízamo (Colombia). No sé dice los agarraron en la lancha, les han muerto y botaron al agua, estaba un sobrino mío y él fue el que contó, creo trabaja con Sinaloa, no sé cómo ha pasado.
Si pues a mí hermano no le hicieron nada sino a mis dos sobrinos, a veces no se sabe qué hacen los hijos, dicen que sacaban plata de adelanto y no trabajaban. No sé en sí cuál será la verdad, cuando vaya su papá va a saber bien. Mi hermano me contó que está en Leguízamo. Bien jodido está por allá” se escuchó en los audios.
Una realidad concreta que se expande por la frontera peruana sin que las autoridades hagan algo, ellos dicen que por falta de presupuesto. Que solo mover un buque al Putumayo (solo de ida) les demanda 24 mil soles en combustible. Estamos muy mal. (Luz Marina Herrera Lama).





