Se presentan en diversos temas una serie de decisiones que nos da la impresión que nuestras autoridades de los tres niveles de gobierno nacional, regional y municipal, se van “por la tangente”, una expresión que más cercano a nuestra expresión amazónica, sería que se van “por las ramas”.
Hace unos años no muy lejanos cuando todavía se denominaba a la máxima autoridad regional como presidente, una gestión tuvo la iniciativa de formar una Comisión contra la Corrupción, y sonó muy fuerte teniendo en cuenta que había evidencias de irregularidades en el manejo del presupuesto de Loreto.
Por lo que se llegó a pensar que tal vez el presidente regional no tenía conocimiento de ciertos manejos ilícitos del dinero, parecía poco creíble, y la rápida caída de la Comisión contra la Corrupción dentro de la institución aumentó las sospechas que el titular sí tenía conocimiento. Y cuando se le preguntó sobre el fracaso de la comisión, que cómo podía ser esto posible, hubo evasivas, prefirió ir “por la tangente”
«Irse por la tangente» significa desviar una conversación o argumento hacia un tema diferente y poco relacionado, generalmente para evitar un tema incómodo. Es, como si se desviara la atención del tema principal hacia una idea lateral, como una tangente en matemáticas. Es como que debo hacer esto, pero no, hago lo otro que desvía al acto principal para zanjar un asunto.
Es una figura parecida que observamos en las autoridades nacionales cuando de luchar contra la delincuencia y el crimen organizado, se trata. Porque si bien el equipamiento es muy importante, lo mismo también, es que se fortalezca lo más posible a los agentes de la inteligencia policial, a la policía cibernética (división de investigación de delitos de alta tecnología), con la cooperación de la inteligencia militar, no hay otra forma para detectar a las bandas. Las organizaciones criminales están bien implementadas y son de alta peligrosidad.
Pero, el actual gobierno, “ingenuamente” ofrece fortalecer las capacidades de las fuerzas del orden en la lucha contra la criminalidad, destinando más recursos del fondo de defensa para mejorar el equipamiento logístico de la Policía Nacional del Perú (PNP), tal como anunció el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. ¿En qué consiste?, solamente en comprar autos, cascos, escudos, entre otros objetos. Son para llorar. En definitiva, se están yendo “por la tangente”. ¿Por qué? La ciudadanía está indefensa por el terror en las calles que impone la delincuencia.
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