- Canon que año a año se ha visto reducido a su mínima expresión.
- Y pese a ese detalle de debacle presupuestal, la mencionada institución, que en una época era netamente de Loreto; ahora se da el lujo de gastar en contratos CAS innecesarios en época de pandemia.
Así como gastos publicitarios que no necesita puesto que no tienen investigaciones recientes que presentar a los ciudadanos; sobre todo cuando se conoce que el 80% de ellas, son trabajadas con inteligencia loretana tratada por las malas autoridades como “pensamiento del cholo barato” y que luego son enviadas al extranjero donde muchos investigadores e instituciones se aprovechan de ellas. Más no en el Perú, menos en por esta región.
Autoridades actuales del IIAP que son absolutas desconocidas por todos los que habitan Loreto, pero que sí están saliendo a luz por la forma prepotente de tratar a muchos profesionales que laboran ahí por más de 20 años, que ahora apenas protestan y dicen la verdad; les amenazan con abrir procesos administrativos y legales en aras de menguar las protestas debido a que a muchos les recortan el sueldo y a otros botan a la calle para luego contratar a gente sin experiencia, a la que tendrán en sus manos para gestionar gastos como mejor les parezca, bajo el prurito que gastan de acuerdo a la normativa de la entidad. Quieren tener a robots mudos a los que incuso, puedan volver cómplices de presuntas irregularidades.
El IIAP, así como todas las instituciones del Estado que reciben canon petrolero, ha reducido sus ingresos por dicha fuente año a año. Lo que es peor este año incluso parte del pago de planillas ya pasó a ser pagado por Canon y todo por mala gestión de funcionarios que sólo están sentados sin hacer gestión en beneficio de la entidad. Una situación incierta porque en papeles entregan un presupuesto y lo que realmente llega es lo que recibe de acuerdo a la recaudación. Que como se sabe la mayoría de pozos petroleros ahora están paralizados.
El IIAP, según analistas, corre el riesgo de desaparecer ya que lamentablemente año tras año ha servido únicamente a un grupo de personas que gracias a la institución se han beneficiado con pagos de estudios y títulos académicos incluido de sus familiares, y que a la comunidad no han aportado. A pesar que antes sí tenía autonomía y recursos suficientes hasta ahora, por ejemplo, siguen investigando el sexo del aguaje.
El presidente actual Pablo Eloy Puertas Meléndez, con el nuevo gerente general Ciro Ángel Navarro Silva, quien hace pensar que no tienen experiencia en gestión pública, pareciera que sólo están interesados en mantenerse en el cargo para seguir cobrando jugosos sueldos sin hacer gestión para mejorar la situación.
Nunca se preocuparon en gestionar ante el gobierno central demandas de presupuesto alterno y/o promover ante la cooperación externa y traer más recursos a la entidad que beneficien a todos. Y, sobre todo, que gestionen ante el nuevo gobierno la devolución de la AUTONOMÍA total del IIAP, ya que ahora es un símil de un apéndice con septicemia a punto de explotar.
El IIAP en estos últimos meses, según documentos oficiales observados, está realizando contrataciones de locadores y asesorías innecesarias, sin ninguna responsabilidad y los montos se manejan de acuerdo a la simpatía, como le llaman de la Alta Dirección.
Por ejemplo, la jefa de presupuesto es CAS que gana 4,000 mil soles, pero hay un técnico contable, que supuestamente hace labor especialista en Presupuesto que por capricho ahora del gerente ordenó pagarle mensual como locador S/ 5,000.00 (Valles Lazo Braulio Omar). En el Instituto hay gente con maestría y jefes con responsabilidades que ganan mucho menos.
El IIAP es la única entidad que baja el presupuesto por canon, pero aumentan contrataciones de servicios por locación a pesar que la gente está haciendo trabajo remoto. El presidente tenía su asesor por trabajos que realizaron los mismos investigadores por S/ 16,000.00 en menos de 40 días (Antunez Correa Miguel). Pago de Asesoría Jurídica de Lima por S/ 10,000 (Ángel Lizardo Beteta Albinagorta).
Se ha ordenado contratar servicios innecesarios como apoyo a divulgación científica con actividades que incluyen atención en biblioteca (la biblioteca está cerrada) por 7, 500 soles en tres armadas, algo que puede desarrollar la oficina de difusión, ya que hay tres personas en el área. El Gerente General se hacía pagar sus pasajes para venir a trabajar a Iquitos y ordenado por el presidente bajo el supuesto de supervisar, si su labor es en la ciudad.
Todo avalado por el Administrador, quien nunca se pelea con nadie y por conservar su puesto terminarían haciendo lo que ordena a gritos el Gerente General. Hay una política de renovar o no a los Jefes en forma mensual, con la finalidad de que hagan lo que quieran. No es permitido observar requerimientos que ya salen con nombre propio y se pretende tener profesionales títeres que actúen bajo coacción, porque si no ya no gozan de la confianza como públicamente menciona el Presidente cuando le observan.
Ante la fiscalización del sindicato que por ley está permitido hacer, la respuesta de la Presidencia fue más que amenazante e indicando que ordenó le abran el proceso administrativo contra el presidente del sindicato.
Se habla de limitaciones financieras ante necesidades prioritarias por la baja del canon petrolero, pero se ordenan contrataciones y gastos innecesarios que pueden realizar el personal de la entidad.
Y frente a todo esto ¿qué dice la Oficina de Control Interno, Contraloría de la República Loreto y la fiscalía anticorrupción de turno? Alguien tiene que ponerle pare al trabajo desarrollado por el actual presidente del IIAP y su gerente general que más vive en Lima que en Iquitos. Guardamos copia de documentos oficiales donde se observa todo lo que estamos escribiendo en este medio de comunicación.
(Luz Marina Herrera Lama).
