Cuando el Supremo Gobierno nombraba a los alcaldes de las provincias y distritos, lo hacía valorando las virtudes de los propuestos, quienes debían ser personas honorables, sin tacha alguna, dignos de merecer el honor de ser la autoridad edilicia de una ciudad.
Uno de los alcaldes de la provincia de Maynas, de grato recuerdo, fue el próspero comerciante español don Francisco García Sánz, propietario de la tienda La Numancia, ubicada en la vereda derecha del entonces Jirón Lima (actual Próspero).
Don Paco, como cariñosamente le conocía el vecindario, fue un hombre con una dedicación desinteresada totalmente a servir a esta comuna. Su preocupación principal fue el futuro de Iquitos como ciudad.
Es por eso que le dio gran empuje a las canalizaciones y pavimentaciones de las calles principales como las cuadras 7 y 8 del jirón Arica, que por los años finales de la década del 50 del siglo pasado no tenía alcantarillado. Francisco García Sánz lo construyó, supervisando personalmente la obra, a la que dedicada gran parte de su tiempo, permaneciendo al lado de los obreros contratados por la Municipalidad de Maynas, a quienes gratificaba su empeño en hacer bien las cosas invitándoles sánguches y gaseosas comprados con su dinero. Los vecinos de ese importante sector de la ciudad lo recuerdan por esa obra que nunca, a pesar de los años, ha tenido problema alguno.
Don Paco, murió trágicamente una mañana cuando su “jeep” chocó con el volquete que recogía la basura, mientras transitaba por la segunda cuadra de la calle Arica.
En recuerdo a su memoria, la calle Urarinas tomó su nombre y es hoy la calle Francisco García Sánz, que se ubica entre Ucayali y Palcazu. (J.Verea)