Piensas: Inventario

Fernando Herman Moberg Tobies
http://riendasciegas.wordpress.com
hmoberg@hotmail.com
@FernandoMobergT

 

Qué difícil es crear algo nuevo, qué difícil es posicionar una idea, qué difícil es tratar de entenderse, qué difícil es soltar el pasado.
Todas las empresas hacen inventario, en especial las que tienen mayor éxito, hacen un resumen de lo que tienen y han tenido, esto les permite ver cómo les fue, si subieron en ganancias o si bajaron las pérdidas, llegando a conocer donde hubo un error o hay alguna falla para solucionarlo, pero la máxima expresión de la naturaleza, el ser humano, analiza luego lo que piensa, dice y hace?
Se ha vuelto normal tener que adaptarse, hasta a las peores circunstancias, pero nos adaptamos de la manera equivocada, sin dejar todo, sin entregar cada emoción y sentimientos que despiertan a los pensamientos, debiendo olvidar, superar lo que lastima en silencio.
Avanzamos contentos hasta que aparecen los conflictos y pasamos las tormentas a las justas, las heridas duran años en dejar de doler, y recuperar la motivación, la viada, las ganas, cuesta más de lo que uno se imagina, desesperándose en el camino, pero debemos seguir, no queda otra para la gloria.
Tal vez si hiciéramos un inventario, o más seguido, de cómo actuamos y afectamos a los demás para bien o para mal, si viéramos por detallado nuestro proceso y estuviéramos atentos siempre en el presente y lo que pasa en nuestro alrededor, en lo que pensamos, decimos y hacemos, sería más fácil convivir, soportar la impuesta sociedad, sin cargar las culpas y los arrepentimientos.
Hay etapas en la vida más interesantes que otras, y hay etapas en la vida en las que la consciencia no aparece con el remordimiento y uno se divierte mejor, más libre de las consecuencias, sin sentir culpa o carga de las responsabilidades, se termina cometiendo excesos y lastimando personas, que con el paso del tiempo recién nos daremos cuenta de lo cometido.
Cuando hay golpes duros recién nos detenemos, difícil reaccionar en la niñez y en la adolescencia, pero en la juventud medimos mejor nuestros pasos y acciones, ya la vida suelta y ajusta, marea y premia, corrompe y sacia. En la adultez si se busca tranquilidad se analiza más de dos veces lo que se piensa, dice y hace, pero si se vive por sobrevivir como están la mayoría de adultos mortales, no se analiza y viven infelices, criticando lo que hacen los demás y mueren tristes, sin sonreír por lo que dejan.
No todo se tiene que entender en la sociedad o naturaleza para que sea real o vedad, no todo se entiende en la sociedad y naturaleza de este planeta tierra, y en lo que nos conviene aceptamos como reales cosas que ni vemos o podemos comprobar por nosotros mismos, como el aire que respiramos y que da vida, no se ve pero está presente, como Dios, Jesús, el Espíritu Santo y varias entidades religiosas que hacen milagros, que responden a plegarias y oraciones de forma invisible, sin criterios para la ciencia moderna de donde sale la tecnología que la usamos sin renegar de que los que crearon esos aparatos ni creen en dioses, que algunos hasta atacan tus creencias, pero nada, como nos conviene usar por la necesidad, calladitos no decimos nada y no somos firmes a lo que creemos o pensamos, condenando y aceptando lo que nos conviene, como con la homosexualidad, parte de la diversidad natural que se puede apreciar hasta en los animales que no tienen pensamientos, habla, ni sociedad con leyes, palabras, creencias, parámetros por conveniencias, hay especies que mantienen relaciones con su mismo sexo y no hay todo el escándalo social armado para dividir erróneamente al ser humano.
Por eso debemos analizar de rato en rato, cada cierto tiempo como vamos, que hemos estado pensando, que hemos dicho y hecho, para poder dejar algo más allá de los recuerdos, para conseguir la paz que anhelamos, para poder conocer la felicidad, para poder realmente conocernos y entendernos.
Seguimos con la Re-Evolución Amazónica en HABLEMOS CLARO por Amazónica de televisión – canal 2, de lunes a viernes de nueve a diez de la noche.