Piensas: Emprende ahora

PiensasCarlos está en el balcón del Hotel, es el último día del encuentro de Líderes Regionales en el que participó, observa cómo cada grupo de estudiantes de las diferentes ciudades del país vuelven a su realidad, algunos tristes, otros no se dejan de abrazar, amigos que se fortalecieron por las ideas de generar una mejor sociedad.
Algunos suben a taxis, otros caminan cargando sus maletas, que ahora no solo llevan lo que trajeron, se van impregnados de la energía que cambiará el mundo, jóvenes que conocen la necesidad injusta y se motivan a buscar una solución con pasión y esperanza. Carlos mueve el brazo, despidiéndolos, se emociona al recordar la gran experiencia que compartió, la dicha de relacionarse con seres que se involucran en sus propios ideales, donde la adversidad no es tomada como ofensa, sino como reto, donde la bandera de la conquista tiene el escudo de perseverancia frente al sufrimiento y la poca oportunidad, y sobre todo el amor incondicional a su familia e identidad cultural.
El sol acaba de salir, la brisa fría de la Capital peruana no apaga la llama que se enciende en el corazón de Carlos, se echa en la cama, se sorprende de la inmensa ganas de llorar, las lágrimas fluyen sin control, no comprende aquel cambio, pero se deja llevar, en su pensamiento aparecen sus compañeros de la Beca Emprende Ahora, siente admiración del trabajo que realizan cada persona que conoció en este programa, proyectos enfocados en mejorar, ayudar, evolucionar, influenciados por las carencias donde crecieron, manteniendo sus valores y costumbres, sin ser títeres de políticos o de grupos de poder que solo buscan el progreso de una cúpula que corrompe y ensucia al ser humano, enseñándolo a manipular y mentir para conseguir propósitos que solo benefician a unos cuantos que monopolizan las oportunidades y estancan a los que aún creen que la bondad puede primar.
Tocan la puerta de la habitación, Carlos se levanta, se mira en el espejo y abre la puerta, Gabriel, que representa a Puno, le sonríe y pasa, conversan de las anécdotas vividas en las tres sesiones que viajaron a Lima para reunirse 130 líderes universitarios de las 24 Regiones del Perú, Gabriel le agradece por la amistad que se estableció y las palabras motivadoras que compartieron, Carlos lo abraza y dice: «Hermano, gracias por permitir conocerte, te admiro y respeto, la sierra es un lugar maravilloso y al mismo tiempo complicado, como mi amado Iquitos, tu trabajo, tus ideas, tus ganas de hacer las cosas diferentes, sin pisar a las personas, sin destruir para avanzar, buscando un equilibrio, compartiendo tu tiempo con los niños de tu iglesia, siempre pesando antes de actuar y en las consecuencias más allá de tu persona, es magnífico, nunca te olvides de tu gente, estamos llamados a dar luz si ya la hemos conseguido primero, tenemos que avanzar aunque el camino sea cansado y tenga sus complicadas adversidades, pero no te detengas, que ese suspiro, esa incomprensión, llegará a tener buenos resultados, y un día miraremos atrás y sentiremos orgullo de cada paso que hemos avanzado, sintiendo una paz única y entenderemos que el éxito está en el orgullo de nuestra familia y en la sonrisa de las personas que hemos influenciado».
Se escuchan voces en el pasillo del Hotel María Angola, una de las becarias de Ayacucho llama a los que hasta el momento no salieron hacia el aeropuerto, Gabriel y Carlos salen de la habitación, y la juventud de Trujillo, Piura, Huánuco, Tarapoto, Pucallpa, Arequipa, Cajamarca, Amazonas, Madre de Dios, están en una ronda circular abrazados, prometiéndose seguir trabajando, buscando siempre calidad a lo que harán, y sellando una alianza que no se destruirá con la corrupción que envenena la democracia, ni con ningún fin que no sea el bien por por los demás.
Carlos coge sus maletas, baja el ascensor, la nostalgia lo invade, pero sabe que conocer a los jóvenes que se identifican con sus provincias, lo ha motivado a seguir luchando, sin importar que a veces la corriente sea muy fuerte y se tenga que detener para luego seguir emprendiendo.