Fernando Herman Moberg Tobies
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@FernandoMobergT
Pasan los años, cambiamos de ropas, a veces algunos hábitos, cambiamos las cosas materiales que nos fascinan, pero cuando el amor es real es imposible cambiarlo, pero solo cuando el amor es real y puro; algunos lo logran encontrar en sus parejas, pero el amor que nunca variará o cambiará es al amor de la familia y de los mejores amigos.
Nos adecuamos a los defectos mortales y buscamos la forma de que nuestros amigos y familia encuentran la tranquilidad que necesitan, vemos la forma de impulsar sus sueños, invertimos tiempo y dinero que jamás lo vemos como un gasto, porque el amor no mide, y hasta de lo que no hay se da, uno se desprende por ver sonrisas que lo pagan todo.
El amor entre amigos es mágico, maravilloso, son el soporte de las lágrimas ante la soledad, son el escudo cuando la debilidad atormenta al alma, y son los que gozan con sinceridad cuando el éxito llega a tu puerta sin pedirte nada a cambio, y hasta se niegan e recibir algún detalle.
A veces valoramos personas que nos envuelven en sentimientos que nos destruyen, nos volvemos sordos, insensibles frente a aquellos incondicionales que hasta sufren sin demostrarnos que sienten el dolor al mismo nivel que nosotros, y que si estuviera en sus manos quitarnos lo que nos deprime, no hay la mínima duda que lo harían.
Dar la vida por alguien no es matarse o hacer locuras que solo acarrean problemas, dar la vida por alguien es regalar el tiempo que ni a veces tenemos para ayudar a construir el camino que dará la luz a los que queremos, dar la vida por alguien es gozar con el corazón por el triunfo de los amigos o de la familia tal cual como si fuera nuestro.
Los años pasan, cambia nuestro cuerpo, dejamos manías, nos alejamos por temporadas para sentir el luto de nuestras derrotas, pero algo que jamás cambia cuando realmente amas a alguien sin vanidad, es la mirada de esas personas que llenan nuestro espíritu, y sientes que no estás solo.
Los gustos varían, las diferencias siempre estarán presentes, ideas, trabajos, relaciones, pero cuando tienes amigos reales, la amistad jamás variará, a pesar de la distancia y de los silencios que aparecen por temporadas, como con la familia, cuando hay amor sano, uno encuentra una paz que no hay palabras que lo pueda describir.
Bajamos la cabeza, callamos sin rencor, medidos para no herir a pesar de las frustraciones que podamos tener, olvidamos las faltas, nos volvemos ciegos frente a las debilidades y solo valoramos las fortalezas y el talento, lo que atormenta al corazón de los que queremos pasa a ser algo que no percibimos ya que solo nos fijamos en lo grandioso que son los que están a nuestro lado y no permitimos que lo que pudiera desestabilizarlos sea algo en lo que nos detengamos a analizar para juzgar.
Cuando hay amor, los amigos y la familia no se enfocan en criticar los defectos, vemos la forma de cómo dirigir esas conductas hacia una productividad o trascendencia sin necesidad de golpear para hacer reaccionar, cuando uno tiene paz en el alma no se llena la boca así sea para defender o proteger, solo las personas con envidia o frustradas enseñan con látigo o adjetivos que denigran.
Cuando aprendemos estas lecciones, la vida se vuelve más simple, menos estresante y angustiosa, gozas de las personas con solo tenerlas a tu lado y hasta sin conversar, sin que se mida al amor con regalos o con vanidad, cuando el amor es real, lo material tiene un precio imposible de pagar, cuando el amor es real en la familia y en los mejores amigos, es como estar con Dios a tu lado.
Continuamos con la Re-Evolución Amazónica de lunes a viernes a las nueve de la noche por Amazónica de televisión-canal 2, y en www.fernandomoberg.com.