PIENSAS

Fernando Herman Moberg Tobies
http://riendasciegas.wordpress.com
hmoberg@hotmail.comArticulo Pienas La Region

¡El Honor es Mi Divisa!
Son más de ochenta años que carga su cuerpo, el tiempo le sirve para recordar cada experiencia que llevó su vida a donde perseveró; ya es cansado soportar las dolencias que las décadas de arduo trabajo le muestran que se acerca el final, pero el silencio ha sido su eterno compañero, avanza y avanza, tal vez sufriendo, pero sus palabras solo son para crear el bien, el amor.
Ya no trabaja, pero se siente útil, nunca dice que no puede a pesar que su piel le demuestra que se está marchitando, la dureza de sus valores hará que siempre este a la disposición de quien necesite su tiempo, que ahora es eterno, sentado en la mecedora mirando a la pared, que lo desconecta, viaja a sus inicios, añorando esos momentos que marcaron sus decisiones y lo motivaron a continuar, siente su pasado que se refleja en su sonrisa o en las lágrimas que aparecen cuando se balancea sin estar en el presente. Recuerda el sacrificio de su madre por dar mejor condición a su futuro, la distancia que los separaba era inmenso; aún era un niño cuando ya cada noche no podía sentir su mano acunando sus sueños, como yo sí pude hacerlo y correr si ya no lo sentía. Su madre era profesora por los ríos de la selva amazónica, una mujer con clase, la muerte de su esposo, la necesidad de mantener a sus hijos, la lanzó a desaparecer diez meses al año durante varios meses, dando conocimientos a niños que en su corazón llenaban el vacío de no estar con los suyos.
Ya camina tambaleándose, de un lado a otro como el viento sin final, encogido por la vida, eliminado el porte del Gran Patriota que es, sirvió a la Benemérita Guardia Civil del Perú; en el lugar que se encuentre y entonen el Himno Nacional, lo cantará con la lealtad que uno le tiene a sus conquistas, erguido, con la frente en alto, orgulloso del lugar donde nació, agradecido de haber vivido en la frontera Peruana, cuidando como su propio hogar la jurisdicción que lo encomendaron, acompañado de sus seis hijos y su admirable mujer; educó a sus hijos en el campo, en contacto con la naturaleza, sin esquemas impuestos a seguir por el mercado, respetando las enseñanzas de la biblia, que apaciguaban las noches con sonrisas, bingo en familia, historias inspiradoras, y tranquilidad ante la negatividad de la soberbia humana.
Tal vez pudieron haberse equivocado en algunas cosas, pero llegaron a aprender, y escucharlo decir: “He vivido una hermosa vida, lindos recuerdos, que felicidad” me causa nostalgia. Es respetable mi Amado Abuelo Padre, también envidiable de cómo creció; hoy en día hacemos demasiado esfuerzo para sobrevivir y conseguir nuestras metas materialistas, invertimos nuestro tiempo en estar lejos de quienes en sus sentimientos no tienen interés alguno al querer estar a nuestro lado; nos sentimos cansados, a veces perturbados de la manera en cómo nos fue en el trabajo, sin dinero no avanzamos, si no avanzamos seremos frustrados; el agotamiento nos aterriza y extrañamos cuando todo era más fácil, menos complicado, y aparecen las grandes preguntas ¿Para qué vivimos? ¿Hacia dónde realmente deberíamos ir? ¿Por qué todo tiene un costo económico que divide y vuelve infeliz al ser humano que es “natural en concepción y evolución”? El poder equivocado reina nuestros pensamientos, arraigados de dioses mortales que justificaron cegarnos.
Los consejos a veces no son efectivos al momento de ser escuchados, nuestro instinto animal nos llevará a alejarnos y luego a pensar. Después de errar hay un lapsus mágico, que te permite evolucionar o estancarte, justo ahí entra en acción las palabras de las personas que amamos, activan un nuevo inicio, llenando de gran energía tu entorno, tu percepción y el mundo. Gracias.