Padres enseñen y cuiden a sus hijos.

Como periodistas, como que casi hemos estado un poco aletargados en cuanto a la dirección de nuestras opiniones referidas al cuidado y protección de la niñez, no sólo en los ámbitos de resquebrajada moral, sino también en los que gozan  de ventura social y económica.

A nosotros la lectura de un texto referido al tema de la niñez, nos ha dado lo que podríamos llamar el llamado de alerta, para tocar el tema no sólo en los ámbitos donde las víctimas propiciatorias son  los niños de espacios marginados, sino también los de los estratos medios y opulentos.

La delincuencia contra la niñez cada día se vuelve más y más agresiva, al extremo de agredir a niños de solvencia humilde, sino también a aquellos que por provenir de estratos económicos podrían,  además de rendirles beneficios económicos, satisfacer sus bajos instintos abusando sexualmente de sus victimas. Con tantos depredadores  sexuales al acecho, lo padres deben, necesitan saber cómo proteger a sus hijos y a ello deben dedicar parte de sus espacios comunicativos los medios de comunicación.

En primer lugar, los padres de familia deben cuidar con esmero a sus pequeños hijos, para que crezcan sanos y despiertos. Cosa que en el mundo de hoy, no es cosa fácil, dados los múltiples deberes y preocupaciones que entraña tal misión.

Uno de los más agudos problemas que deben afrontar los padres de familia de hoy, es la protección que deben brindar a sus pequeños del abuso sexual. Las causas para ubicar esta execrable conducta  como la  principal lacra a combatir, tiene diversas características, cada cual más deplorable que la otra, pues resulta que lamentablemente el delincuente está en casa. Un pariente cercano, un amigo de confianza; y algo que aunque parezca  extraído de las más infamantes historias de terror, es el abuso del padre alcohólico o drogadicto, que abusa del ser al cual debe cuidar y proteger, actuando bajo los efectos del veneno que lo ha deshumanizado.

Todos sabemos que tales actos dejan cicatrices emocionales bastante fuertes, pues vuelven a la víctima proclive al pesimismo  y a la desconfianza, lo que los desubica del contexto ciudadano en el que deben vivir el resto de su existencia.

El abuso sexual contra los niños, es un tema que de hecho intimida, pues nos abruma la perversidad de quienes buscan niños para aprovecharse   de ellos. Ante esto, la interrogante es,  ¿existen medidas preventivas que se puedan adoptar para combatir tal tendencia nociva?. Volveremos con el tema.