Pacto con la sociedad

Los pactos para la continuidad de nuestra débil democracia en nuestro país fueron expuestos en esta semana por los dos poderes del Estado donde las poblaciones tienen marcados rechazos e inaceptación social. Los acuerdos políticos para definir la mesa directiva del parlamento de la república es una mezcla de intereses de grupos e individuales para reconocerse su “poder” en medio de un país marcadamente dividido.
El mensaje a la nación del presidente de la república el día de ayer, tan extenso como generoso, se redactó con el único propósito de conseguir un pacto con la sociedad en momentos en que sus pobladores se encuentran en negación, en resistir cualquier tipo de propuestas o de alianzas gobierno-sociedad, cuando los unos (sociedad) concentran toda la culpa de nuestros males en un solo lado (estado), en estos términos la gobernanza se queda en el limbo, suspendido en un mar de incertidumbre cuando no se define una alianza para el futuro.
Cuando estás en situación de rechazo, las palabras y las narrativas son redundantes, no colaboran en nada; mientras que los gestos pueden encontrar algún nivel de afinidad. El Banco Mundial (MAP 2023-27, marzo) reconoce la existencia de lo complejo de la situación actual y lo tenso en los poderes del estado (Ejecutivo y Legislativo) que en definitiva va presionar el desempeño económico afectando los cimientos del crecimiento estabilizador y compensador, que es el esfuerzo máximo que se tiene que pactar en el camino de ir construyendo sociedad y compromisos transformadores.
En esta última década, el crecimiento promedio fue de 2.3 por ciento anual, bastante menor a lo ocurrido en el periodo 2000-13 cuando la economía transitaba a una velocidad de 5.5 por ciento anual. Para este 2022 el esfuerzo productivo del país cayó a – 0.5 por ciento lo que va desmontar todas las proyecciones realizadas por el BCRP (reporte de inflación, marzo 2023), cuando estimaba un PBI de 2.6 por ciento, dato corregido de sus proyecciones de diciembre 2022 cuando esta cifra marcaba en 2.9 por ciento en su tablero para el 2023.
Cuando lo político, la economía y la sociedad no coinciden en términos de esfuerzo encaminados a mejorar la salud económica de las familias sobre la base de confianza en sus instituciones, sean estas públicas y privadas, lo que se genera es una tormenta perfecta: la convulsión social no pierde el paso y también pierden el piso al proponer medidas extremas sin medir consecuencias y sin proponer acciones viables para las partes interesadas.
A nivel de Amazonia, el aporte de la riqueza al nacional suma el 4.8 por ciento, en el periodo 2007-22, siendo Loreto (1,8%) y San Martín (1.1%) los que aportan en conjunto el 60 por ciento. Estos parámetros de débil comportamiento de un territorio amplio y megadiverso, requiere de esfuerzos conjuntos y la implementación de políticas públicas especiales y diferenciadas basada en el potencial de sus recursos naturales.
Sin una política clara, como visión país conectada a los objetivos regionales (impulso de políticas regionales en el marco de su autonomía regional y local) el futuro no es nada prometedor para una Amazonia que cuenta con la renta estratégica (bosques y agua dulce) de mayor valor para el mundo en las próximas décadas. El discurso presidencial anunció nada de compromiso de buen nivel para la Amazonia.