NUEVO IMPULSO PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE

POR: JUAN SOREGUI VARGAS

 

El ser humano que quiere progresar y adaptarse al nuevo mundo, debe reflexionar cada día para analizar sus logros y  fracasos y al empezar la mañana dar un nuevo impulso a su vida. Es indispensable hacer este acto ritual.

En las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, colectivos ciudadanos, las reuniones de este tipo pueden acontecer cada semana, cada mes o cada año. En éstas, además de celebrar el aniversario de fundación,  estamos convencidos que se examinan los avances y retrocesos,  para dar un  impulso innovador a sus acciones para reafirmar su compromiso de contribuir con el crecimiento económico y social de la institución.

En los institutos de investigación, estas reflexiones que se dan en el pleno de sus asambleas son mucho más complicadas que en nuestras vidas individuales, por muchas razones, especialmente porque los conocimientos científicos no son estáticos, sino dinámicos, y están sujetos a permanentes cuestionamientos externos e internos, algunos justificados y otros no. Pero este acto ritual y de corrección hace que los organismos permanezcan en el tiempo.

Uno de estos organismos que permanece y ha crecido nacional e  internacionalmente con los años, es el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana. A pesar de las muchas metas cumplidas, es necesario que los actuales dirigentes de esta institución admitan que la tarea de contribuir con el desarrollo sustentable y el bienestar de la población, aún no se ha cumplido. Falta mucho que hacer. Es posible que al final de este 2012, y, cuando ya entran a los 32 años de funcionamiento, realicen otro acto ritual de reflexión y corrección de errores y en los primeros días del próximo año se dé un nuevo impulso vital, basados en los resultados positivos obtenidos para innovar. En todo el proceso científico del universo ha ocurrido así, los conocimientos tecnológicos  generados han servido de base para producir otros que han beneficiado a la humanidad.

Tal vez en este fin de año, la reflexión del IIAP  tienda a preguntar a la población y empresarios y gobernantes locales: ¿qué es lo que necesitan que nosotros investiguemos?  Tal vez falta producir de manera innovadora cosas pequeñas para los pobladores, por mencionar, un biocida, alimento de bajos precios o investigar microorganismos,  plantas y animales limpiadores de los ambientes que por accidente dejan las compañías petroleras.  Cierto se ha trabajado bastante en el campo de la acuicultura, de frutales nativos, de zonificación ecológica económica, del cambio climático,  pero se necesita más y ahora con la tecnología existente en el mundo se puede  adquirirlos y adecuarlos a nuestra realidad con rentabilidad económica, social y ambiental.

Lo importante es mantener la línea de base filosófica trazada para mediano y largo plazo, con sus innovaciones correspondientes. Sabemos del buen  trabajo de investigación que ha realizado anteriormente el Ing. Kenneth Reátegui, actual presidente elegido de este organismo y su trabajo en la promoción de proyectos innovadores en INCAAGRO y, por eso, estamos seguros que después de una profunda reflexión con sus directores y un   intercambio de opiniones, el IIAP tomará otro nuevo impulso que incrementará su contribución al desarrollo sostenible de la Amazonía.

Es verdad, existen detractores del IIAP, con justicia o con otros intereses, especialmente en el seno de los académicos, pero cuando uno lee sus trabajos publicados, vemos en la bibliografía como referencia datos consignados en libros del instituto, lo cual le da mucho mérito a la institución para ser una buena referencia científica y tecnológica, incluso para los que lo minimizan.

Yo, como muchos  ciudadanos nos encontramos  preocupados para que el IIAP avance más rápido. Que los promotores de la transferencia  sean personas independientes y  especialistas en este campo, como lo hace el señor Tomás Unger, como lo hizo hace años la empresa loretana Amazon Business & Consulting que realizó un gran trabajo de transferencia de tecnología en  Loreto y Nauta, teniendo como logro paradigmático el Complejo Centenario de los agustinos en la zona de Anita Cabrera, cuyo promotor es el padre Pastor Aparicio y su administrador el profesor Ernesto Lozano Iglesias.

La reflexión para un nuevo impulso estoy seguro que se va a dar en el seno de este organismo  y esperamos que nos escuchen la voz del pueblo al leer estas sugerencias para otro nuevo impulso de vida en bienestar de los amazónicos.