Alentados por el poder del dinero de la corrupción que enloda cada vez más al congreso de la República, al Ejecutivo que dirige la Presidenta y un Poder Judicial que intenta sacudirse de su mala hierva más cuando las nuevas modificatorias legales perjudican su labor; la delincuencia organizada sigue tomando más cuerpo.
Somos la ciudadanía no organizada la que va sufriendo las consecuencias de lo que va acarreando la corrupción generalizada, mientras las organizaciones civiles políticas y las fuerzas militares parece no desean comprarse el lío que nos está conduciendo a un estado sitiado por mafias con soporte legal.
Es más que evidente con lo que ocurre con el tema de las dragas que extraen oro ilegalmente del río Nanay, contaminando cada día más, tan solo en el mes de diciembre se conocen que se sumaron a las ya existentes, unas 50 dragas más, perjudicando a una población como Iquitos de más de 500 mil habitantes. El tema es cerrado, ni ilegal ni legal, ese tipo de minería no nos conviene porque contamina el agua y entorno.
Lo peor es que seguimos en lo mismo, esperando que otros hablen por todos, lo que sería muy tarde cuando tengamos al río Nanay no apto por su grado de contaminación, para que la empresa del agua potable lo utilice para el abastecimiento a la ciudad capital de Loreto, el tema es grave, pero parece que lo vemos muy lejano, y eso no es así, está avanzando rápido.
Y lo más patético es que el mismo Ministerio de Energía y Minas, del Estado peruano, con las autoridades nacionales de turno del sector están tras la autorización de concesión a una empresa minera a la cual le anularon la resolución. Cosa de locos o de intereses oscuros y contrarios al interés de la ciudadanía y por supuesto nacional.
¿Tendremos que acudir a una corte internacional? Ya como ciudadanos del mundo y en defensa del Patrimonio de la Humanidad como es reconocida la Amazonía. ¿Podría funcionar eso? En vista que nuestras autoridades nacionales a través del ministerio referido se muestran contrarios a los intereses de Loreto.
Lo peor es que solo la sociedad civil ambiental está alzando la voz, en solitario, no se suman de verdad indignadas las autoridades regionales y municipales, como si no fueran sus ciudadanos los que están en ese grave riesgo de contaminación, y ellos mismos como parte de esta sociedad.
Nuestros legisladores por Loreto tampoco se compran el lío, están muy cómodos en otros temas, si bien también importantes, pero en este caso estamos hablando de una posible catástrofe, no sería el fuego como en Los Ángeles EE.UU., que nos destruya, sino la falta de agua limpia para la sobrevivencia.