“Nosotros pensábamos que la policía no iba a disparar porque nosotros no teníamos armas de fuego…

  • Pero dispararon a quemarropa, varios cayeron al suelo, yo me salvé saltando como en una película”, refiere uno de los heridos en Bretaña.

Ayer este medio de comunicación pudo dialogar con tres de los cuatro heridos de bala que fueron traídos desde Bretaña/Requena. Rusbell Flores Pilco, 39 años, permanece con un polo rojo y trusa echado en una de las camas del hospital. A un lado su esposa lo cuida para que nadie más le haga daño. No se mueve ni un solo instante. Él narra que salvó su vida reaccionando como a veces logran salvarse los buenos de los malos en las innumerables películas que ve en la televisión de su pueblo. Bretaña.
Los malos, en este caso, resultaron siendo los policías que sin el menor reparo empezaron a llenar de balas la zona donde estaban parados los indígenas pidiendo diálogo a los representantes de la empresa Petrotal, que hace unos años llegó y prometió que, si la dejaban sacar petróleo del Lote 95 a cambio de eso, les pondrían luz las 24 horas del día, tendrían cupos laborales bien remunerados y una serie de promesas, que luego no han cumplido. Por eso la rabia.
“Nosotros teníamos un diálogo con ellos, invitamos a los representantes de la empresa al local y no aparecieron. Por eso fuimos a la base de ellos y encontramos a los policías armados. Pedimos autorización al brigadier para pasar y nos negaron. Sale un representante de la empresa y nos dice que no podíamos pasar, habla el dirigente Mendoza Flores, entonces el policía le falta el respeto. El de la empresa dice que por qué no le juzgan al Estado no a ellos.
Y le decimos que ellos como empresa Petrotal deben responder porque cuando ingresaron a nuestro territorio nos prometieron muchas cosas que hasta ahora no han cumplido. Como la conexión a energía eléctrica las 24 horas del día, quieren darnos paneles solares.
“Si entran van a salir lastimados ustedes”. Nos dijeron. Ellos dicen que nos dan beneficios cuando dan algo de trabajo. Nosotros decimos que eso no es un beneficio, porque es un derecho del poblador. Ellos confunden derechos con beneficios.
Entonces el morador Carlos Mendoza, les dijo que debíamos dialogar sino el pueblo después le aprieta a él. Por lo que quisimos avanzar para pedir que nos dejen entrar y dialogar, ahí empezó todo. La policía empezó a apuntarnos a nosotros, nosotros pensábamos que no iban a dispararnos porque nosotros no cargamos armas de fuego, solo palos, lanzas. Un policía apunta y suelta un disparo.
Cuando llegamos más cerca, sale el disparo de ellos a una muerte fatal, de frente al cuerpo. Hieren a Chirino Flores de unos 30 años. Cayó al suelo, el Apu de Bretaña, fue baleado directo al corazón, él está en el seguro de acá. A nuestro lado caían otros porque les disparaban de frente, en los pies y las piernas era una ráfaga de balas.
Yo empecé a correr, atrás escuchaba que decían: “mátale a ese conchasumadre de una vez”. Yo empecé a saltar entre las balas, como hacen en las películas. Para salvar mi vida empecé a rampar. Rampé bastante hasta una casa, los demás estaban tirados en el suelo, ellos se agravaban estaban bien baleados. Luego me llevaron al centro de salud de Bretaña, no había dos hermanos, luego supimos que los llevaron a la morgue de Requena” narró uno de los heridos.
Igual se pudo conversar con Ely Ruiz Ortiz (35), pero más breve porque está conectado con oxígeno y su respirar era muy lento.
“Me dispararon en el pecho, el brazo y la pierna. Así también a otros de mis hermanos, nosotros queríamos que nos reciban para un diálogo porque no están dando los beneficios que habían prometido, como tener conexión de luz para energía las 24 horas del día. La empresa tampoco nos atendió en pandemia, no dan el 10% que nos corresponde por explotar el petróleo en nuestro territorio.
Ese fue el motivo por el que hemos querido dialogar y paralizar para que no sigan llevando nuestra riqueza, no nos atienden en nada. Para dejarlos entrar ofrecieron luz las 24 horas del día, mejorar la educación, todo para llevarse nuestra riqueza y ahora no cumplen. A los trabajadores les pagan lo que quieren, 50 soles por 12 horas, eso es injusto.
Eso queremos remediar, pero ellos no quieren entender. Reclamamos un derecho, un beneficio que nos corresponde, pero más bien llegó la policía para meternos balas” habló.
Aldeymer Murrieta (25), está en el mismo ambiente donde se recupera su amigo con oxígeno. Su padre no se separa de su lado. “Tantos años que vivimos en pobreza que cuando llegó la empresa creímos que nos sacarían de ella y que por fin tendríamos luz las 24 horas del día y trabajo sostenido para mantener a nuestras familias y no ha sido así. Queríamos diálogo, no enfrentamiento con la policía. Estamos exigiendo nuestros derechos por ser moradores del territorio de donde extraen sus riquezas, pero así nos han tratado. La policía nos disparó a matar, a quemarropa como se dice, mi padre también estuvo, pero gracias a Dios, no le pasó nada” concluyó.