Por: José Álvarez Alonso
Iquitos es una ciudad muy mal planificada, que ha crecido espontáneamente y no tiene grandes avenidas que ayuden a aliviar un poco el tránsito, menos aún parques y otras áreas verdes (debería tener 30 veces más para alcanzar los estándares de la OMS). Debido a ello y a la proliferación de vehículos (ya se acercan a 70,000 los que circulan por las estrechas calles de la ciudad, según se dice) la contaminación del aire en las calles está llegando a niveles de riesgo para la salud de la población. Las autoridades no toman ninguna medida para controlar a los vehículos que por maltrato o vejez emiten excesivos gases, a pesar del hermoso plan publicado en el 2006 por la Municipalidad Provincial de Maynas junto con el CONAM «A limpiar el aire de la cuenca atmosférica de Iquitos», actualizado en el 2009 con el MINAM; este plan establece diversas metas y compromisos a corto y mediano plazo, la mayoría de los cuales no han sido cumplidos hasta el momento -salvo la publicación de una ordenanza sobre vehículos obsoletos que, para variar, no se cumple-. En esta ciudad de conductores de motos y motocarros, esto es más preocupante si cabe, porque los gases que emite un vehículo entran directamente a las vías respiratorias de quienes van detrás sin ninguna protección. A todos nos ha pasado alguna vez: manejar detrás de un vehículo que emite excesivo humo, y tener que parar o desviarnos porque estábamos a punto de asfixiarnos.
Imaginémonos lo que pasa en los pulmones de los sufridos motocarristas, muchos de los cuales manejan hasta 10 ó 12 horas diarias. El aire que respiran en las calles no sólo contiene los gases de los tubos de escape de los vehículos, también está cargado de las partículas de polvo que levantan las llantas, producto del desgaste de las pistas de asfalto y de las mismas llantas, ambos derivados del petróleo y sumamente tóxicos, algunos de ellos cancerígenos.
El Comité Cívico Todos contra el Ruido propuso hace unos años a los alcaldes de la ciudad de Iquitos financiar un estudio clínico para determinar el estado de salud de los motocarristas con miras a tomar las medidas preventivas adecuadas. Nadie quiso financiarlo, lo que demuestra la falta de sensibilidad de nuestras autoridades hacia este deprimido sector.
Los infernales motores de dos tiempos
Aunque en el citado plan para limpiar el aire de Iquitos no se menciona para nada -extrañamente- el problema de las motos de dos tiempos, lo voy a abordar aquí. Don Alfredo Villacorta (probablemente el mejor mecánico de motos de Iquitos y, con seguridad, el más responsable y eficiente) me comentó hace unos días que era inconcebible cómo en esta ciudad se permite todavía importar motos de dos tiempos, cuando es bien sabido que son mucho más contaminantes que las de cuatro tiempos. «En todo el mundo están prohibidas las motos de dos tiempos en zonas urbanas, desde hace años», me dice. «En Iquitos, sin embargo, permiten que se traiga cualquier basura, las motos que no pueden vender en ninguna otra parte las traen aquí. Incluso ya varias marcas de motores fuera de borda están sacando modelos de cuatro tiempos, mucho más eficientes y ecológicos. Los motores de dos tiempos queman aceite junto con la gasolina, y emiten muchos más gases tóxicos que las de cuatro tiempos, que queman gasolina pura, ya que el aceite está separado en la caja de cambios. Hace años que Honda (Alfredo es concesionario de esta marca) no fabrica ni vende motos de dos tiempos, sus motos tienen varias certificaciones verdes porque emiten menos gases contaminantes». Y me mostró en su modernísimo taller el dispositivo que tienen las motos Honda para reciclar gran parte de los gases tóxicos producto de la combustión.
Don Alfredo también me explica cómo las motos de marca (Honda, Suzuki, Yamaja) tienen todas tubos de escape homologados, con todos los dispositivos para eliminar el ruido y parte de los gases producto de la combustión, pero las llamadas «motos chinas» (que se venden muy baratas bajo diferentes nombres, incluyendo una publicitada planta ensambladora en Iquitos con marca de apellido) usan en su fabricación materiales de segunda calidad, y no tienen todos los dispositivos para eliminar el ruido, por lo que los tubos de escape salen de fábrica superando los máximos permitidos por la ley, y además se malogran rápidamente.
Todos sufrimos a diario la contaminación de esas ineficientes motos de dos tiempos, cuando nos toca manejar detrás de una de ellas: sentimos inmediatamente un picor insoportable en la nariz por los gases cargados de aceite mal quemado, y si nos toca pararnos en un semáforo detrás de una, casi sentimos que nos asfixiamos. Es fácil distinguir por el sonido y por la apariencia las motos de dos tiempos: suelen emitir más humo, aún nuevas; el sonido de su tubo de escape es muy particular, mucho más agudo; y de él suele chorrear aceite, producto de la combustión. Como queman tanto aceite, los tubos de escape se obturan rápidamente, y el silenciador no funciona adecuadamente, por lo que también estas motos son de las más ruidosas (aún sin haber retirado el silenciador, como algunos ignorantes acostumbran a hacer).
Según don Alfredo, en la mayoría de países sólo se permiten algunas motos de dos tiempos para ciertas competiciones de montaña, dado que los motores de dos tiempos, por tener un sistema de transmisión más simple, desarrollan algo más de fuerza. Pero definitivamente no se permiten en ciudades ni se deberían permitir en Iquitos.
En internet es fácil encontrar documentación variada sobre las razones por las que los motores de dos tiempos tienen que ser eliminados definitivamente de las ciudades. Aquí una cita, de un artículo sobre lo que se suele llamar «estos infernales motores»:
Los inconvenientes que presenta el motor de dos tiempos son:
» Más consumo por kilómetro recorrido, aproximadamente el doble que los motores de cuatro tiempos: Doble de contaminación.
» Consume aceite, que lo quema y vierte a la atmósfera, sumando más contaminación: Triple contaminación.
» Con el consumo de gasolina más el de aceite el coste por kilómetro recorrido es el triple, respecto a un motor de cuatro tiempos.
» El ruido que produce es estridente y extraordinariamente molesto y más difícil de amortiguar.
Si bien no sería admisible que se prohibiese de repente la circulación de TODAS las motos de dos tiempos en Iquitos, las autoridades municipales y ambientales deberían prohibir -de una vez por todas- la importación a Iquitos de motos nuevas de dos tiempos, y poner plazos razonables para que salgan de circulación las que existen. Nuestra salud está por encima de cualquier otra consideración -comercial, deportiva, o cual sea-.
¿A qué esperan las autoridades municipales y ambientales para tomar medidas en defensa de los sufridos habitantes de esta y otras ciudades amazónicas donde proliferan las motos? Por mi parte, desde esta humilde tribuna hago un llamado a los usuarios: por favor, no compren más motos de dos tiempos, infórmense bien, ahorren su plata, y ayuden a limpiar el aire de Iquitos.
Tengo conocimiento que a la transnacional Yamaha la fabricación de motos de 02 tiempos solo será hasta este 2010 luego nunca más se fabricarán y solamente atenderán con los respuestos hasta que dejen de circular en el mundo, pero esto tiene que ver con los tratados internacionales, por ejemplo en Estados Unidos (el mayor contaminante después de China)donde las emisiones tóxicas al medio ambiente ocasionados por la quema de carbón para generación de energía eléctrica es realmente más que preocupante, no existe la intención de Firmar los tratados donde cada país se compromete a minimizar sus emisiones, los firma (USA)pero sin ningún caracter vinculante. Coincido en que se debe hacer algo ahora a nivel local, pero para esto el colectivo tiene que iniciar las gestiones, liderados obviamente por quienes conocen del tema y que tengan profunda sensibilidad social, porque hablando y hablando, con discursos grandielocuentes nada haremos.
EN LO Q RESPECTA A ESTE TEMA ESTOY EN PLENO ACUERDO CON LO Q AFIRMA MI COMPATRIOTA ALFREDO VILLACORTA Y PARA COMPLEMENTAR SU AFIRMACION EL GOBIERNO DEBERIA DAR ORDENANZAS Q SEAN CUMPLIDAS A CABALIDAD DE MANERA FIRME Y TAJANTE .