Niños de primaria estudian en precarias condiciones

-No cuentan con oficinas administrativas, las paredes son de triplay y el techo de criznejas, mientras que sus aulas albergan de 50 a 60 alumnos.

Es inconcebible ver que en pleno Siglo XXI nuestros niños del nivel primario estén estudiando en un colegio que no reúne las garantías del caso, es cierto, algunos me dirán ¿recién te das cuenta?, y yo les respondo que sí, porque ayer fui testigo que estos pequeños de entre 7 y 12 años tienen que llevar sus banquitas para sentarse y atender la clase, tienen que usar una mesa redonda para que 5 compañeros puedan acomodarse alrededor y poner atención a la profesora, tienen que mirar fijamente a la «pizarra de papel» (porque una de verdad no  tienen), para tomar nota en sus cuadernos y cada vez que llueve tienen que rogar para el agua no inunde su humilde escuela y la lluvia no entre por las aberturas que dejan el triplay o los huecos del techo de hoja de irapay. Esta es la triste realidad de cómo nuestros niños van a la escuela, este caso no está en una zona alejada de la región, este problema no está en un caserío de por ahí, este hecho se registra en el AH «Nadine Heredia» en el sector de Santo Tomás, en donde nuestros pequeños tienen que soportar una cruda y dura realidad.

Esta es una escuelita de educación primaria, la Nº 601083 que alberga a 200 niños, en el mes de febrero comenzaron las clases en este lugar, debido a que fueron reubicados del río Napo por falta de población estudiantil, es decir, hay padres que prefieren trabajar en su chacra y no enviar a sus hijos al colegio, ya que ellos son considerados un potencial en mano de obra para el trabajo de la tierra. El director Rody William Ruíz Vásquez y sus profesores no lo pensaron dos veces y llegaron hasta Santo Tomás para levantar esta pequeña escuela, que con apoyo de los padres de familia se hizo realidad su construcción en esta zona, pero esto no implica que los niños deban estudiar en estas condiciones, no tienen pizarras, no tienen mobiliarios, no cuentan con oficinas administrativas ni campos deportivos, «es cierto, recién estamos empezando, pero creo que ya es tiempo que las autoridades nos hagan caso a las solicitudes que enviamos para que siquiera nos tomen en cuenta para la construcción de nuestro local, no tenemos casi nada, y los niños están estudiando en estas condiciones como usted los puede comprobar, es antipedagógico que en un salón estén más de 50 niños, pero lamentablemente no hay más aulas, no hay servicios higiénicos, ni tampoco contamos con los servicios básicos, esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y de una vez solucionen nuestro problema», contó el director.

Termino la entrevista con el director y en mi mente solo queda algo que me hizo sentir bien, el tan solo ver a estos niños las ganas que ponen para aprender me llenó de satisfacción, no les importa si tienen que llevar sus banquitas, no les importa si tienen que hacer «guiños» para mirar bien la pizarra de papel, lo único que ellos quieren es aprender, pero insisto, tienen que aprender, pero en buenas condiciones y en un colegio digno para cada uno de ellos. (C. Ampuero)