“Ningún suicida quiere matarse, toma esa medida extrema porque siente que nadie lo ayuda”

  • Expresó el médico psiquiatra Néstor Aguilar, jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital Regional de Loreto.
  • Sus declaraciones se recogieron en el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se recordó ayer 10 de setiembre.

 

“Pienso que, desde el gobierno central y la alta dirección general de salud mental, cada día mejoramos más. Hace unos años salud mental en Iquitos/Loreto no tenía nada de presupuesto, cuando se vivía en el CREMI no se tenía ningún tipo de recursos y ahora ya pasamos los 3 millones de soles en Loreto para un año.
Seguimos solicitando más, exponiendo las necesidades para que algún día Loreto esté igual que Arequipa donde reciben 20 millones de soles al año para el tema de salud mental. El director de salud mental a nivel nacional es arequipeño. Nosotros vamos trabajando y vamos mostrando los resultados que obtenemos con los recursos que nos envían. A nivel nacional tratamos de estar liderando esto y por ello nos asignan los recursos.
Lo que se busca y aspira es que podamos prevenir el suicidio, no llegar después que se dieron las cosas a lamentarnos, cuando se pudo prevenir con el apoyo de la familia, la sociedad civil, amigos, ese es el llamado que se hace en este día de reflexión. Todos tenemos que ver este tema y apoyar para prevenir y así evitar más suicidios.
En casa es fácil darnos cuenta que nuestros familiares, pareja, hijos, hijas, abuelos, de pronto han cambiado y ya no son los mismos y que podría estar ocurriendo algo. La persona se aísla más, se despide como si fuera a viajar, regala lo más valioso. En adolescentes, por ejemplo, su celular que nunca lo dejaría empieza como a querer regalarlo, igual a su mascota. Es decir, hace un proceso de despedida que ya se va. Ningún suicida quiere matarse, es una medida extrema que uno toma porque no siente la ayuda de nadie.
Vi en redes sociales como una niña se despide de su familia: “bueno nadie me quiere yo me voy a ir”. ¿A dónde se va a ir? A otra vida, a otro sitio o de la familia. La familia le empieza a enviar mensajes, pero ¿qué tan cerca estuvo, que tan cerca estuvo ese te quiero, a veces lo dicen y ni siquiera se les mira. ¿Entonces cómo percibe esa persona ese acto de amor? No existe, entonces hay que trabajar más en eso. Hay avances tecnológicos que cada día nos separa de nuestra familia, estamos en conexión con gente de Europa u otro país lejano, menos con la persona que está a menos de medio metro de nosotros”, opinó el profesional de la mente.
Finalmente, hizo un llamado al personal de salud que labora en los centros de salud donde se vienen impulsando los centros comunitarios los que ya cuentan con psiquiatras para ver casos difíciles. “Lo que pasa es que como se vienen adecuando los locales para los centros comunitarios de salud mental, estos funcionan en dos centros de salud hasta dode van los psiquiatras y el personal de salud los está “bombardeando” de pacientes. Ellos no están ahí para ver a toda la población, sino para atender a los pacientes con cuadros graves, difíciles, no de los otros”, puntualizó Aguilar Arévalo.