– Muchas horas después es entregada por la policía pero de manera extraña
Desesperados. Así se encuentraban los miembros de la familia Vilca Pinedo luego de la desaparición de Juliana Valeria de solo dos años de edad. El hecho ocurrió ayer aproximadamente a las 10 de la mañana en la cuadra dos de la calle América, altura de la cuadra 17 de Putumayo.
Según se conoció, la joven mamá, mientras atendía en su ferretería permitió, como muchas veces, que su niñita vaya caminando sola hasta el negocio de su tío, ubicado a sólo 20 metros de distancia (esquina de América con Putumayo).
En un par de minutos, su madre fue a ver si su hija estaba ahí pero grande fue la impresión al notar que había desaparecido a plena luz del día. Desesperados, los padres cerraron su ferretería para comenzar a buscarla, preguntaron a las personas (una aguajera y los vecinos) si habían visto algo.
Sólo uno de ellos alcanzó a decir que cerca a la niña había una motocicleta con dos personas, un hombre de contextura alta y ancha, y una mujer vestida de enfermera. Tal vez ellos habrían llevado la niña. Todos los familiares de la menor salieron en su búsqueda y comenzaron a pegar afiches y dejar las fotos en las comisarías de la ciudad.
Alrededor de las ocho de la noche, la policía se comunicó con los padres de Juliana Valeria, que fueron hasta Seguridad del Estado (cerca a sus vivienda) en donde haciéndole firmar sólo un Acta de Entrega les entregaron a la niña.
Eso sorprendió de sobremanera a los familiares, pues la policía no explicó quiénes o en qué circunstancias fue encontrada la niña. No explicó absolutamente nada. No intervino el fiscal ni el médico legista, como corresponde por Ley.
«Nosotros no vamos a levantar la denuncia de la Divincri pues esto no puede quedar así. Cómo la encontraron, dónde la encontraron, quién la llevó a la comisaría. Hemos acudido a la fiscalía pero nos dijeron que no hay fiscal de turno que vea el caso. Nos citaron para mañana (hoy). Increíble», dijo uno de los familiares de la menor. (GLP)