El día internacional de la mujer fue el 8 de marzo y durante ese mes se han realizado diversas actividades relacionados a esa importante y combativa fecha. Pero, pensamos que todo el año debemos hablar los diversos temas que son parte de la crisis social con el machismo, que afecta a nuestro país y al mundo.
Y el tema mujer no es ajeno a ello. Particularmente siempre hemos tenido un cierto miramiento y cautela de lo que viene de la farándula regional y nacional, sin embargo, asistiendo a un show que ofreció a la artista y actual escritora Mónica Cabrejos, cambiamos nuestra percepción de su personalidad.
Asistimos con la curiosidad de qué puede ofrecer en el escenario una persona que como muchas de la farándula muestran exageradamente sus curvas y el cuerpo para vender “arte”. El espectáculo pensado para adultos sin vulgaridad (para nuestro gusto), tuvo un momento tenso cuando la Cabrejos divisó entre el público a una niña de aproximadamente 10 años, por lo que paró su libreto y exigió enérgica que retiraran no solo a la pequeña, sino, a sus padres que la trajeron “y les devolvemos el costo de sus entradas”, dijo tajante.
Fue realmente una conducta muy madura, sin importar el costo, solo pensando en la protección de la menor, y quizás algún lector dirá, bueno, protegiéndose ella misma a que fuera denunciada si permitía que siga la presencia de la menor. Puede ser. Pero, tuvo las agallas de parar todo hasta que se corrigiera el grave error.
Esta acción digna de resaltar, para nuestra experiencia, con el personaje Mónica Cabrejos, le suma credibilidad a lo que está denunciando a través de su último libro: donde habla que por no ceder a intentos de abuso sexual en varias temporadas se quedó sin trabajo y que todo, lo poco o mucho que consiguió lo logró con trabajo, sin necesidad de acostarse con alguien.
Las declaraciones que viene dando son muy reales. No solamente pasa en el mundo de la farándula, sino, en casi todos los espacios de la vida laboral donde el acoso sexual es muy evidente, inclusive entre los compañeros y compañeras de trabajo, que por conservar su puesto o callan o ceden.
La Cabrejos declara que, por reclamar y defender, también se quedó fuera de proyectos laborales. Es que el cinismo de ciertos hombres con poder para conseguir sus propósitos es tal, que lo disfrazan por un supuesto enamoramiento o fuerte atracción que sienten hacia sus víctimas. También los hombres sufren de estas ilegalidades por parte de mujeres, aunque aparentemente es menos. Dios nos coja confesados o que la ley terrenal logre sancionar a los abusivos sexuales. En diversos temas hace falta firmeza o mano dura.