Cuando se está en aula y como que no captas la lección y tienes que repetir una y otra vez, se suele decir que esa persona es una “chancona”, que le da duro al tema con varias repasadas y memorizadas para lograr el objetivo de aprender y tener un mejor desempeño en evaluaciones posteriores.
Es lo mismo que nos pasa en la vida cotidiana a todos, a cada uno de nosotros que todos los fines de año experimentamos la acumulación de vendedores ambulantes en las zonas de mayores ventas, el congestionamiento de vehículos principalmente motos y motocarros, la gran cantidad de transeúntes de todas las edades, vale decir un congestionamiento y desorden total.
Frente a este panorama local vemos que no hemos aprendido la lección de años pasados, ni siquiera tenemos el nivel de chancones, y esto va directo a las autoridades responsables de organizar esos espacios para un mejor tránsito vehicular y peatonal, llámese la policía de tránsito, las áreas de comercialización de las municipalidades, los de seguridad ciudadana, defensa civil, entre otras instituciones que deben organizarse para que este año no se repita el caos, el movimiento de siempre.
Si esto se organiza mejor implica que tendríamos un caminar más seguro por las zonas de afluencia comercial, en los sectores recreativos incluyendo las diversas plazas de la ciudad, y otras áreas. Pero, lo que seguimos teniendo es desorden, que se convierte en un estrés comunitario como en los lados de la pista donde se estacionan las motos no en una hilera, sino en dos, hasta en tres, y esto por otra falta que tenemos como zona urbana, que es la carencia de estacionamientos vehiculares, ni privados ni públicos, nada se concreta, y es una necesidad de años.
Entonces, podemos reiterar que no hemos aprendido la lección, sobre todo quienes gobiernan, que no priorizan organizar con tiempo cuando se avecinan temporadas como las que tenemos con las fiestas de finales de año.





