Mensaje presidencial: (28 de julio de 2015)

Por: Fernando Meléndez Zumaeta
loretoesmibandera@hotmail.com

El Mensaje a la Nación del presidente Ollanta Humala, el 28 de julio de 2015, originó una nueva desilusión al pueblo peruano y especialmente al pueblo loretano. Un mensaje carente de resultados trascendentes e iniciativas sociales, económicas y productivas insustanciales y sin mayor impacto. Según Humala, 1´300,000 peruanos dejaron de ser pobres durante sus cuatro años de gobierno, nada más falso y carente de sustento. Para este gobierno los peruanos que dejaron de ser pobres son los beneficiarios de los programas sociales Juntos y Pensión 65 entre otros, resulta que los beneficiarios que tienen una cuenta de ahorros en el Banco de la Nación y reciben 200 y 250 soles cada dos meses ya no son pobres para el INEI. Esta es una canallada porque perjudica gravemente a estas personas.

La inflación crece cada año y la Remuneración Mínima Vital se mantiene inalterable en 750 Nuevos Soles, los peruanos hemos visto cómo año a año perdemos capacidad adquisitiva, producto de la inflación, la especulación y la escasez. El Perú sufre un bajón tremendo en su crecimiento económico y con ello origina un impacto negativo para el desarrollo social y no se evidencian medidas concretas para reimpulsarla por parte de este gobierno, cuya salida está en cuenta regresiva.

En estos cuatro años se agudizó la crisis de seguridad ciudadana en el país y este gobierno recién empieza a dar muestras de interés, ni qué hablar del Congreso de la Republica totalmente indolente solo pensando en blindar a líderes políticos para que no pasen a las comisiones investigadoras y defendiendo intereses de los grupos de poder económico, salvo honrosas excepciones. El pueblo peruano es espectador del gran circo en que se convirtió el Parlamento Nacional que perdió y abdicó a su mandato popular y constitucional.

Ningún anuncio, ninguna medida para reactivar la economía peruana, especialmente la economía del pueblo Loretano. La paralización de los proyectos mineros Conga en Cajamarca y Tía María en Arequipa no solo han ocasionado conflictos socioambientales por errores de este gobierno, sino que además está ocasionando serios problemas a la economía nacional que en este año crecerá solo el 3% en el mejor de los casos y con ello se acrecienta la pobreza, la pobreza extrema, las demandas sociales y la ingobernabilidad.

Ningún anuncio para resolver los conflictos socioambientales en Loreto para reiniciar la producción petrolera. La economía de Loreto está petrolizada, su desarrollo está basado en el canon petrolero, si no hay canon petrolero ¿Cómo demonios se impulsarán los proyectos de inversión pública para construir infraestructura básica de desarrollo y generar puesto de trabajo? Nada de eso se escuchó en el Mensaje Presidencial.

Solo se escuchó números y cantidades de personas que son beneficiarias de los programas sociales, muy escasa producción de obras de envergadura para resolver los grandes problemas del país. Casi nada de productividad, de innovación, poquísimos de emprendimiento y nada de competitividad. El sector agropecuario en Loreto está abandonado a su suerte y con ello la seguridad alimentaria del pueblo loretano que cada día depende más y más de la producción agrícola de la costa y de la sierra, si se paralizan los puertos de Pucallpa y Yurimaguas, Loreto se muere de hambre, no tenemos autonomía alimentaria.

El gobierno nacionalista se dedicó a gastar lo poco que generaba nuestra economía producto de las exportaciones de materia prima. Los mercados internacionales que demandaban nuestros minerales sufren una seria crisis financiera, lo que ha originado la desaceleración de su crecimiento económico y con ello la caída del crecimiento económico peruano. El gobierno Humalista, se abocó a generar un clientelismo político pensando en la campaña presidencial del 2021. Se dedicó a fomentar el asistencialismo al mero estilo chavista de Venezuela. Sin duda alguna es poco lo que podrá hacer el gobierno de Humala en el año que le queda de gobierno con una economía decadente y con un pueblo pobre que extiende la mano. La persona humana tiene dignidad y quiere vivir con el producto de su trabajo, no de dádivas solamente, quiere aprender a pescar no solamente que le den pescado. ¡Adelante!