- Y ella le dio una lección de autoridad.
En la ciudad de Requena, un hecho alarmante puso en evidencia la creciente pérdida de respeto dentro de algunos hogares. Un menor de edad, cegado por la ira y la rebeldía, amenazó con un arma blanca (cuchillo) a su propia madre, luego de una discusión familiar.
Lejos de quedarse callada, la mujer —descrita por los vecinos como una madre coraje— decidió imponer disciplina y ponerle límites a su hijo, antes de permitir que continúe por un camino de desobediencia y violencia.
Tras el llamado de auxilio, los ronderos de las “Águilas de la Justicia” acudieron de inmediato para trasladar al menor al Centro de Rehabilitación, donde recibiría orientación y control de conducta. Sin embargo, al ver el arrepentimiento del adolescente, decidieron darle una nueva oportunidad, comprometiéndose él mismo a cambiar su comportamiento.
Este suceso deja una profunda reflexión sobre la generación Z, que en muchos casos ha crecido creyendo que puede desafiar la autoridad de los padres, confundiendo libertad con falta de límites.
Es necesario recordar que la autoridad en el hogar es fundamental para formar ciudadanos responsables y respetuosos. Los padres no deben ser señalados cuando corrigen con firmeza a sus hijos; al contrario, deben ser respaldados por las autoridades y la sociedad, siempre que actúen dentro del respeto y la razón.
Los especialistas coinciden en que cuando se pierde el respeto hacia los padres, se erosiona también el respeto hacia los maestros, la ley y la convivencia misma. Este caso en Requena debe servir como advertencia y reflexión: los valores comienzan en casa, y sin disciplina no hay futuro para una sociedad sana. (C. Ampuero)





