– Ingeniero endemoniado despierta al pueblo con alaridos
Contamana, 06 May.– En la ciudad de Contamana a las dos de la madrugada del día de ayer, un joven (25) daba fuertes alaridos que despertó a los vecinos en la parte alta de la ciudad de Contamana, barrio Jerusalén, nadie presagiaba lo que pasaba, cuando de pronto uno de los curiosos vio de cómo se cortaba las venas de ambas manos, al ver esta acción espeluznante dio la alerta a los demás.
El Joven al ver la aglomeración de la gente que iba a su encuentro se escondió en los matorrales y con la participación del serenazgo lo ubicaron y los trasladaron al centro de salud, donde comprobaron que tenía un corte profundo en una de las palmas de la mano y otro a la altura de la muñeca del brazo izquierdo, en el nosocomio los médicos suturaron las heridas y lo doparon para que descanse.
Al cabo de unas horas se despertó y de manera sigilosa salió del hospital, totalmente desnudo comenzó recorrer las calles cercanas al hospital, a la altura de la última cuadra de la calle Samuel Barsesath, nuevamente le atacó su locura, empezó a saltar y buscaba cualquier objeto cortante, encontrado un pedazo de vidrio y gritaba «… me corto los huevos, me corto los huevos….» Y a la vista de pocos curiosos se cercenó uno de los testículos.
Los observadores atónitos se resistían a creer lo que estaban viendo, con el testículo en la mano levantó exhibiéndolo, para luego ingresar a la iglesia evangélica y allí también pretendía cortarse el otro y gritaba diciendo «¡… todos van a ir al infierno… todos van a ir al infierno…!», allí fue cuando nuevamente llego el serenazgo, forcejearon y lo inmovilizaron, le pusieron un pantalón; por momentos se apacigua, pero luego nuevamente reacciona como poseído.
Fue identificado como el ingeniero ambiental, Luis Fernando Zumaeta (25), natural de Orellana, trabaja como jefe del área de saneamiento ambiental de la Municipalidad Provincial de Ucayali, desde la semana pasada no asiste al trabajo, sus compañeros señalan que es un joven muy trabajador, poco comunicativo, pero muy respetuoso, sus familiares dicen que le gustaba leer libros esotéricos y sobre percepciones extrasensoriales, al cierre del presente informe fue evacuado a Pucallpa.
(Rodolfo Lovo Tello)
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“Me corto los hue… y se los cortó”
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