Hace más de diez años que tuvimos acercamiento a los conceptos sobre justicia intercultural, y la forma cómo se tenía que ir adaptando, agregando, respetando criterios y quitando de forma gradual costumbres ancestrales que atentan contra los derechos fundamentales de las personas sean estas indígenas o mestizas, es decir, buscando el entendimiento entre la justicia ancestral y la occidental.
De hecho, fue y sigue siendo un proceso un poco complicado con determinadas etnias Amazónicas por sus costumbres hechas ley como el caso de los pueblos indígenas que una vez que la niña o adolescente ve su período menstrual, era o es entregada a un hombre de la comunidad para que haga su vida de familia.
Además, que esa entrega de por sí que ya es un atropello a los derechos humanos, la agraviada era obligada a formar un hogar con el hombre que ni siquiera eligió, si no, sus padres, pero, aun eligiendo siendo que podría darse esa figura, sería un acto atentatorio contra ellas mismas porque no es el tiempo mínimo físico ni psicológico.
Sin embargo, si esta entrega significa una unión de hecho más no un matrimonio como se describe en el mundo occidental, la ley que aprobó anoche el pleno del Congreso de la República para la eliminación del matrimonio infantil en el Perú, debe contemplar esta figura, que no se permita matrimonio ni uniones con menores de 18 años.
Es que somos un país pluricultural con grupos étnicos en la costa, sierra y selva, que seguramente en el marco de la justicia intercultural se interpretará y aplicará en los casos que se presenten, porque la idea es avanzar en el objetivo de nación igualitaria y protector de los derechos de la niñez y la adolescencia, porque es una forma de violencia.
Esas prácticas que configuran el matrimonio infantil afectan el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, por lo que todas las autoridades deben continuar en el camino de garantizar su pleno desarrollo. No es negociable la protección de sus derechos fundamentales.
Y esto es aplicable tanto para indígenas como para mestizos, en el marco de la consolidación de la justicia intercultural. Y como dicen desde el ministerio de la Mujer, se deben desplegar los máximos esfuerzos para contribuir a su protección integral.