Los niños y jóvenes que sufren de alguna discapacidad, verán que no todo es adversidad, sino también que en la vida hay personas que están de su lado, que no son unos cuántos, sino millones de peruanos que unidos en un solo corazón, en una sola actitud, llegarán a ellos con un aporte económico de acuerdo a sus posibilidades.
Niños, jóvenes, adultos, hombres y mujeres van a desfilar por las cámaras de televisión, mientras otros lo harán anónimamente, para dar esa moneda que hace falta para que la obra de los Hermanos de San Juan de Dios no se detenga en el Perú, no pare en Iquitos y siga atendiendo a sus pacientes.
Hoy, en la Plaza 28 de Julio, el pueblo de Iquitos dirá presente con su óbolo dedicado con todo amor para que otros miles de niños discapacitados sigan recibiendo atenciones médicas, quirúrgicas y rehabilitación física.
De sus propinas, los más pequeños de la casa dedicarán un sol para sus amiguitos discapacitados, como un ejemplo de lo que debe ser la solidaridad con quien la necesita.
Los padres de familia, en un encuentro con las enseñanzas cristianas, llegarán con algo más y dejarán su aporte cargado de mejores deseos porque esta obra nunca se detenga y que sea una permanente muestra de cómo cuando hay amor, se puede todo, superar cualquier barrera por imposible que parezca.
La Teletón es nuestra este sábado. No dejemos pasar esta oportunidad de estar “más unidos que nunca”.
Que la Clínica San Juan de Dios de nuestra ciudad, siga ofreciendo los mejores servicios a sus usuarios y que su director, el Hermano Américo Quispe, tenga la plena seguridad que ante cualquier llamado, estas páginas están para servir esta obra bendecida por Jesucristo.