El virus conocido en parte y desconocido en gran parte por las características variadas como se viene presentando y en el camino a la par que los científicos le analizan, debemos combatirlo con armas claras y contundentes, sobre todo articulando entre entidades y la sociedad civil.
La figura es que el gobierno nacional está de salida y está en la desesperación de hacer lo que puede, nadie estaba preparado para afrontar una pandemia como la que vivimos actualmente, esto incluye a los gobiernos regionales y municipales al margen de errores u aciertos.
Además debemos de precisar que lo que tenemos en infraestructura y como capital humano, es el resultado de la pésima construcción de 200 años de República, en la que ha contribuido el modelo económico, la corrupción y todo. Es la precaria situación de nuestro país.
Pero ya no podemos retroceder el tiempo y frente al problema del Covid-19 tenemos que seguir poniéndonos todos de la mano, más allá de los problemas y diferencias, ponernos en acción para enfrentar en conjunto autoridades, milicia, policía y sociedad civil organizada y no organizada.
En estas participaciones se tienen que marcar diferencia porque no todos los peruanos estamos en la misma potestad, ni en la igualdad, ni tenemos las mismas oportunidades para enfrentar la pandemia. Puede enfrentar confortablemente los que tienen dinero, los que tienen trabajo o las grandes empresas, y en sí un poco de la gente de la clase media.
Pero la población masiva arriba del 70%, los que viven del día a día, no pueden, es una cruda realidad y que nos debe preocupar a todos, un poco más. No podemos enfrentar con igualdad la pandemia en cuanto no haya qué comer, se registra una inmensa desigualdad.
Por eso debemos ir en conjunto, no perder de vista el tema de la verdadera unión, de acciones solidarias articuladas, de mantener la solidaridad con los que menos tienen. Tenemos que tener en cuenta también la fase de la reactivación económica y esta no se podrá dar óptimamente, si no se resuelve esta problemática de forma urgente en la región.
Mantener solidaridad
