Tema: De Vargas llosa su nobel
Por Roger Walter
Desde “Los cachorros” hasta “el sueño del Celta”, Mario Vargas llosa fue animoso, como miles de escritores logrados y no logrados, conocidos y desconocidos, entre los desconocidos podemos mencionar a Franz Kafka que escribió tres libros; “El castillo”, “El proceso” y “La metamorfosis”. No logró publicarlos, al contrario, al morir le dijo a su amigo que los queme. Dicho amigo después de leerlos, los publicó, resultando ser obras maestras.
Entre los conocidos, sin lugar a dudas, está el poeta argentino Jorge Luis Borges, maestro del relato corto. El problema del jurado de Estocolmo es que son blancos, racistas, dominados por la cultura occidental judea – cristiana, y adoradores de los reyes, serviles del banquete y el frac. Desde 1901 se otorgaron los Nobel, de los cuales, 93 fueron europeos, suizos, noruegos, irlandeses, ingleses, franceses, italianos, españoles y norteamericanos; y los 13 restantes se repartieron 7 en América Latina y el Caribe, 3 en Rusia, 1 en la India, 2 en África. De estos 106, 2 rechazaron el premio Nobel y el dinero, por tratarse de manipulación política, estos dignos de la literatura fueron el poeta Boris Pasternack, autor del “Doctor Shivago” y Jean Paul Sartré, filosofo y autor de “El ser y la nada”. En tanto, si bien es cierto que Gabriel García Márquez lo recibió, pero lo hizo vestido de campesino colombiano, rompiendo con el protocolo, en donde el Rey se vio obligado a homenajear al campesino Gabo. El estilo literario de García Márquez, abunda en el realismo mágico, mientras que el mexicano Octavio Paz, premio nobel 1990, lleva por nuevos horizontes al surrealismo europeo, lagunas de las que carecen las obras de Mario Vargas Llosa, que siempre están agarrados a los estilos del irlandés James Joice o el británico Joseph Conrad, de cuyo libro “El corazón en las Tinieblas”, se agarra para escribir “El sueño del Celta”, tal como sucedió con “La fiesta del chivo” y “La guerra del fin del mundo”.
Pero, para bajar la tensión de nuestros lectores, llega nuestro alter ego, Blasfemo, para ilustrar a los ojos del tigre con:
YASSIRA
los grandes
no cesan ni se jubilan
mi niña.
Y tú eres grande
al año de nacida
y lo serás
a los noventa de crecida.
Me lo dicen
tus ojos negros
profundos
tu sonrisa graciosa
y el beso del abuelo
que te adora
Yassira hermosa.
Roger Walter