Las hidrovías de Manuel Mibeco y otras enseñanzas

Conocí a Manuel Mibeco en el 2000, en la comunidad bora de Brillo Nuevo, en la quebrada yahuasyacú, afluente del río Ampiyacu, frontera con Ecuador y Colombia.
Una de las enseñanzas que me proporcionó Manuel, fue la siguiente: Doctor, no me diga apu, yo soy curaca. El apu es el dios del monte, de la montaña, del agua, del aire, etc. Consulté con un diccionario de términos quechuas y así es, apu significa Dios o espíritu divino de la naturaleza. Por eso sugerimos a autoridades y comunicadores sociales utilizar bien la palabra para designar a un jefe de cualquier comunidad indígena.
Otra de las enseñanzas que volcó sobre mi persona este sabio curaca bora fue basado en una anécdota ocurrida con directivos del IIAP y otros organismos que preparaban en el gabinete un estudio de desarrollo sostenible.
“Me contactaron por mi pueblo y me invitaron a participar en una serie de reuniones con distinguidos profesionales en el auditorio del IIAP, con todos los gastos pagados. Me ofrecieron una remuneración de cierta cantidad de dólares para contar mis experiencias y de mis paisanos en ciertos aspectos de transformación de nuestros recursos naturales.
Acepté y fui a las dos reuniones. Me pagaron por adelantado. Averigüé lo que ganaban los otros elementos del equipo y era diez veces mas que lo que me dieron. No aparecí dos semanas, me buscaron por todos los sitios y cuando me encontraron les dije que me pagaran igual que a los demás. Después de una serie de conversas me aceptaron y recibí lo que creía que era lo justo”
Total ellos eran los más beneficiados con el libro que iban a publicar. Creo que eso les puede enseñar a pagar bien a los que sabemos de muchas cosas, espero que sea así”
La otra enseñanza es esta ancestral: Miren por la quebrada que vinieron pudieron llegar porque a este camino de agua nosotros lo limpiamos desde la cabecera hasta su culminación en  el Ampiyacú. No solo la parte central de la cabecera, sino algunas playas o arenales, sino las pequeñas quebraditas que dan al Yahuasyacu. ¿Por qué y para qué? Porque cuando estaba lleno de quirumas y de arenales no podíamos viajar tranquilos y nuestros productos como los plátanos se malograban, ya que teníamos días esperando hasta poder viajar por la quebrada. Por eso nosotros nos anticipamos en vaciante limpiando de palos y quirumas y llegamos a tiempo para vender nuestra mercadería en Pevas. Aquí cerca, nuestros hermanos colombianos y ecuatorianos hacen lo mismo con sus caminos acuáticos pero ayudados por maquinarias de las compañías de petroleras. Este trabajo de limpiar estos caminos nos favorecen y benefician mucho”
Esta enseñanza de 2000 nos viene a la mente, ahora que se está programando un proyecto de hidrovías en el Amazonas, Huallaga y Marañón. La propuesta de las hidrovías es creo la mejor alternativa que se puede tener para comunicarse con otros pueblos de la región, de la nación y de manera internacional. Es necesario por supuesto hacer un proyecto participativo con cientos de ciudadanos y su respectivo estudio de impacto ambiental. De nuevo, si se habla de conservación de la biodiversidad es indispensable que se programe los tres elementos principales: ambiental, social y económico. Y, como lo demostró y nos enseñó el sabio curaca bora Manuel Mibeco, tiene gran beneficio para la población sin perjudicar el ecosistema. En grande este ejemplo del jefe bora de Nuevo brillo tiene que servir para beneficio de todos.