Es un mal concepto creer que no se puede hacer empresas extractivas, con crecimiento económico, social y respeto al ambiente. Es imposible gobernar un país si no tienes dinero, salvo que los países ricos del mundo, que son pocos, te digan: no toques nada en la Amazonía peruana, en la sierra y a cambio nosotros te daremos 1000 millones de dólares para tus gastos de todo tipo.
Ya lo dije anteriormente, Mao, expresó que todos los problemas vienen de los recursos económicos y las soluciones, también. Esto lo entendió su sucesor y miren cómo ha crecido la China, no solo económicamente, sino social, tecnológica y tratando de solucionar sus problemas ambientales, mediante investigaciones con el dinero de la minería.
Si no aceptamos este concepto de crecer con los tres elementos fundamentales de todo desarrollo sostenible: económico, social y ambiental, nos quedaremos en la selva de Tarzán o de chita, siendo solo recolectores, como quieren algunos “ambientalistas” que dicen no a todo, menos los verdes para sus bolsillos.
Ejemplos hay a montones de estas personas que paralizaron, como la producción del petróleo en nuestra selva, que han recibido millones de soles (indirectamente) mientras nuestros hermanos nativos o bosquecinos siguen en la pobreza o en la miseria.
Rafael Correa, el presidente saliente de Ecuador, fue cuestionado por los ambientalistas por sus proyectos mineros y de hidrocarburos en el Yasuni (antes nuestro). Correa aceptó el debate y al final les dijo, bueno den al gobierno ecuatoriano miles de millones de dólares y no hacemos los proyectos. Los espero tres años, expresó. Nada, ni un solo dólar ofertaron los ambientalistas y, ahora tengo noticias que ha decidido poner en práctica su proyecto de Yasuni que tiene millones de barriles de petróleo para hacer actividades durante 100 años, y, esperamos que los hagan bien con los tres elementos fundamentales del ecodesarrollo.
Hace 4 años, hice un artículo sobre un convenio que se realizó entre el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana-IIAP y una empresa petrolera en la cuenca del río Napo, que daba el billete verde para los requerimientos de los investigadores y promotores del IIAP y otras instituciones. Entonces, expresé que sí se podía combinar la explotación petrolera con la investigación y las actividades sociales, respetando el ambiente. Lo que no nos pareció bien, es que el proyecto solo tenía una duración de 3 años, especialmente en los recursos hídricos e hidrobiológicos, puestos éstos, en nuestra Amazonía al ser tan dinámicos y de diferentes características que otros ambientes de otros países, iban a dar resultados solo parciales y muy limitados.
A pesar de esta opinión pública, el proyecto solo duró 3 o 4 cuatro años, cuando debió ser de largo alcance al estilo de las bases de la Antártida para tener datos que sean sostenibles en el tiempo y que sirvan de base fundamental para otras investigaciones. Se fue la compañía, pero, como siempre expreso, estos proyectos referidos a los recursos hidrobiológicos podrían ser financiados por otras entidades internacionales (si es que de verdad les importa la conservación) o ser autofinanciados, mediante un trabajo mixto de producción e investigación.
Estoy seguro de mi propuesta, las investigaciones deben ser de mayor tiempo, especialmente cuando se refieren a recursos hídricos e hidrobiológicos. Por ejemplo, estoy leyendo en el caso de la evaluación pesquera solo fue en el 2012, que es insuficiente para tener un concepto más sustentable de nuestra pesquería y la calidad ambiental del agua de manera permanente. Es como dicen los periodistas, es una fotografía del momento.
Sin embargo, el IIAP y la empresa petrolera demostraron que trabajando con las poblaciones nativas, se puede hacer investigación y producción respetando el ambiente, por lo que nuestras congratulaciones por esta publicación.
Esperamos que este trabajo realizado por investigadores del IIAP, sirva, como base para otros de largo alcance y sustentarlos a nivel internacional. Lo digo por experiencia y academia. Trabajé un año muestreando ciertos cuerpos de agua del río Pastaza con el Dr. Reiner Eckman y no sabemos si desde esa vez (1976) haya cambiado la composición de la ictiofauna y la calidad del agua hasta ahora. Suponemos que sí.
Para culminar esta nota solo preguntamos ¿Cambió la composición de la población de la ictiofauna en cantidad y calidad desde el 2014 a la fecha? ¡Cambiaron las condiciones de la calidad del agua del Napo, desde el 2013 hasta ahora? Solo Dios lo sabe.
Por eso nuestra propuesta de que estas investigaciones sean de mayor tiempo, más de 10 años y con cambio de guardia de científicos, no solo en el Napo, sino en todas las cuencas del río Amazonas. Dinero hay en el mundo.
(JSV)