LA CARACHAMA COQUETA Y EL CONSUMO DE PESCADO.

POR: JUAN SOREGUI VARGAS.

 

EN 1980, cuando trabajábamos  en la oficina de Pesquería de Iquitos, el director de Promoción, el biólogo James Beuzeville, formó un equipo de jóvenes en diferentes áreas. Una de ellas era la  de preparación de alimentos a base de pescado. Firmamos  una serie de convenios con  empresas privadas y  pescadores. El trabajo de campo de esta área era tarde, mañana y noche  y hasta sábados y feriados. No había ninguna motivación partidaria política. Esta división de educación al consumidor como se llamaba fue dirigida por muchos profesionales, previamente capacitados y técnicos nutricionistas y cocineros.  Había que hacer una intensa campaña de promoción radial e ir a los pueblos jóvenes para anunciar las buenas nuevas del consumo de pescado.

Beuzeville, que ya se iniciaba en la radio, nos orientó a hacer un programa para pasarlo en la radio. Un nombre que le dieron al programa fue la carachama coqueta, donde tocábamos puntos relacionados con la nutrición del loretano, del peruano y del mundo en general y el cultivo de peces. Uno de mis maestros en Lima para prepararme en este rubro de la comunicación, fue el profesor Flores Arrué (que en paz descanse) que publicó un excelente  libro de buena calidad sobre nuestra gastronomía, que ahora ni siquiera es tomado en cuenta por los que promueven la cocina amazónica. Con él aprendí, en Lima, en una cabina radial a motivar a la gente, de tal manera cuando ya tomé la posta de la dirección del Programa de la Dirección de Promoción, llevaba conmigo cocineros que divertían a las amas de casa con guitarra, o alquilaba por horas músicos para en el interín distraer a los participantes, varones y mujeres. La reunión no era aburrida, llevábamos unos aperitivos selváticos para abrir el apetito y luego a comer todo tipo de plato, hasta cebiche de la carachama coqueta. Hacíamos títeres y algunas piezas teatrales espontáneas. Todo esto se engarzaba con la especialidad en que estaba, es decir con la piscicultura, orientábamos la actividad piscícola hacia el consumo de pescado y lo enlazábamos con orientaciones para formar pequeñas empresas privadas, de tal manera que se cerrase adecuadamente el círculo de la producción y comercialización como lo viene planteando desde hace años la empresa loretana Amazon Business & Consulting con los productos de nuestra selva. La carachama coqueta no solo difundía radialmente los consejos nutricionales,  sino que se colocaban las fechas de cumpleaños de los participantes al curso y se celebraba al estilo de lo más profundo de nuestra selva, con pescado, preparado en todas sus formas.

Me comenta Omar Arévalo  que en el cumpleaños de su pequeño, el niño Nicolás Antonio Arévalo Montreuil, sus abuelos paternos y maternos, especialmente el Doctor Víctor Hugo Montreuil, un buen profesional de la pesquería y un gran cheff,  hicieron para los invitados que asistieron el próximo pasado 31 de octubre a celebrar el santo de Nicolás todo tipo de bocaditos con peces de las piscigranjas del programa AQUAREC DEL IIAP Y DEL COMPLEJO CENTENARIO DE PADRES AGUSTINOS. Eso es lo que me refirió el orgulloso padre, Omar, que viene a celebrar con su esposa Sarita, la joroba,  y, nos parece bien, porque habría que dejar ya lo tradicional de dar pollo a los invitados, sino algo más típico y saludable. Esperamos que hayan utilizado las recetas de la carachama coqueta o del libro del profesor Flores Arrué, que son mucho mejores que las de Acurio, para la zona. Además, que la carne de pescado tiene todos los requerimientos para el crecimiento de niños y jóvenes y sostener a los de la tercera edad como el doctor Montreui y el suscrito. Esperamos que los lectores tomen este ejemplo y para las fiestas, incluso de navidad, utilicen este producto que existe en nuestra Amazonía, tanto en las cochas cómo en las piscigranjas. Imagínese Usted, una o dos  gamitanas asadas al horno bien sazonadas con todo lo que produce nuestra chacra  y alguna mixtura más con su punto de leche, utilizando las recetas de la carachama coqueta. Mejor que el pavo o pavi pollo.