«LA BOA DEL DILUVIO»

CRÍTICA LITERARIA

 

Por Juan J. Saavedra Andáluz

 

El narrador amazónico está dotado no sólo de una vocación literaria mágica, que sintetiza su idiosincrasia, sus sentimientos, emociones y creencias que le vienen a la memoria desde sus lejanos ancestros, sino que tiene a punto, a la mano, de modo más natural, un caudal imaginativo que hace de sus relatos un escenario que abre compuertas de la sensibilidad del lector, en relación con los sucesos, penas, temores y alegrías de sus protagonistas, todos más cercanos a la realidad que a la ficción.

 

Este detalle, infrecuente en escritores de otras latitudes, genera una corriente literaria identificable desde las primeras líneas, al comienzo de la lectura de un autor regional- amazónico, sin importar el tema tratado.

 

Jorge Rojas Panduro, es uno de esos narradores impregnados de esa magia que asombró a lectores de los años cincuenta, al publicarse la primera obra literaria de Arturo D. Hernández, «Sangama», donde sólo una libre y gran imaginación pudo crear la aventura del hombre selvático, en lucha por la sobrevivencia y el reto permanente a la naturaleza, donde la fantasía toma formas que emanan de la realidad.

 

En este sentido hago esta anotación, pues Arturo Hernández nunca fue igualado, menos superado por narradores de las nuevas generaciones, aunque opiniones con vocación de zancadilla fueran expresadas por la natural e irrefrenable envidia.

 

«La Boa del Diluvio» es una alegoría, un pretexto para aproximarnos a la leyenda bíblica del Arca de Noé, su tripulación humana y animal para el milagro del resurgimiento de la vida después que las aguas que inundaron totalmente el planeta volvieron a su nivel normal.

 

Jorge Panduro nos cuenta que una familia ribereña no huye a tiempo a zonas más altas para protegerse de una creciente catastrófica de los ríos selváticos y junto a su mujer, su hijo y su cuñado queda atrapada en su cabaña.

 

Con sutileza aparentemente ingenua, replica al arca del Noé bíblico, al convertirse su cabaña en refugio de algunos animales como ronsocos, mantonas, además de sus gallinas y la conocida fauna doméstica, afectadas por las grandes inundaciones. Entonces, aparece el dilema: tener o no esperanzas de salvación. Es curioso que en este relato no intervenga, ni por asomo, la parafernalia celestial, a la que convocan otras historias en beneficio de la salvación. Pero sí asocia de manera indirecta, a los protagonistas de la leyenda del arca.

 

La familia está integrada por Antuca (Antonia), mujer de Noé, un prototipo de selvático inconfundible. El cuñado, que muere envenenado por la mordedura de una serpiente, lleva el nombre de Apocalis. Y ahí aparece el referente de la Revelación de San Juan, pues esa familia rodeada por el agua del río que continúa creciendo con furia, tiene ante sus ojos un verdadero Apocalipsis.

 

Si bien el «Arca» del Noé de este relato no es conducido por corriente alguna hacia ningún Monte Ararat, según creencias de investigadores bíblicos, la intención comparativa es obvia: los nombres de los protagonistas, la aparente amistad de animales y bichos selváticos que llegan a la cabaña del Noé mestizo amazónico, la muerte de Apocalis fuera del hogar inundado por las aguas por falta de fe y algunos otros detalles que se desprenden de esta obra literaria regional.

 

«La Boa del Diluvio», visto desde una perspectiva crítica, revela, no sólo su dimensión mágica, sino también una cualidad profética, pues responde con notable exactitud a lo que, a largos y medianos intervalos, las crecientes de los ríos amazónicos semejan reales diluvios que siembran muerte y desolación entre los habitantes de esta terrible geografía.

 

El autor, Jorge Rojas Panduro, escribió esta historia, junto a otros cuatro relatos igualmente interesantes, hace más de un año. Si lo que, al margen del tema literario, está ocurriendo en Iquitos y en toda la región de la selva baja, no fuese un fenómeno repetitivo, tendríamos que aceptar que el autor está dotado de algún don poco común entre los mortales: adelantarse a sucesos del futuro.